«Conoce Jehová los días de los perfectos, y la heredad de ellos será para siempre»
Dios da éxito en la lucha contra Satanás
Alguien tuvo la ocurrencia de decir que las tentaciones son como los gatos callejeros: si tratas bien a uno, pronto volverá con un montón de amigos. Hay mucha verdad en ese viejo chiste. Entre más nos rendimos al pecado, lo encontramos más seductor. Pero lo contrario también es cierto. Entre más firme y consistentemente resistimos a la tentación, más fuerte se vuelve nuestra determinación. El pecado se vuelve menos atractivo. La santidad se vuelve más deseable.
Vale la pena notar que cuando Jesús rechazó abiertamente las propuestas de Satanás en el desierto (ver Lucas 4:1 – 13), el diablo se fue enojado. No se fue para siempre y no abandonó su lucha diabólica. Pero Satanás sí saboreó un poco de su derrota y humillación finales, que es lo mismo que recibe cuando le decimos que se aleje de nosotros (ver Romanos 16:20).
La promesa de Dios para mí
Si resistes firmemente a Satanás, huirá de ti.
Mi oración a Dios
Oh Dios, mi enemigo es fuerte y siniestro. Pero Tú eres más fuerte. Dame la gracia de reconocer los ataques del enemigo y la fuerza para rechazar sus ofertas pecaminosas.
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