«Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá»
Clave 2: Creámosle siempre a Jesús
Muy distinto es creer en Jesús y creerle a Jesús. Creer en Jesús consta de nuestra fe en que Él vino a salvarnos, a redimirnos, a darnos una vida nueva y en abundancia. Y creerle a Jesús se trata de confiar y estar seguro de las promesas que Él nos dio a través de su Palabra.
No vivamos con una fe intelectual. Sé lo que Dios tiene para mí, sé que para Dios no hay imposibles, sé que Él lo que dijo lo cumplirá, sé que me irá bien en este nuevo año porque el Señor me acompaña. Pero muy distinto de saberlo es vivirlo y tener una fe verdadera. Entre saberlo y vivirlo hay una diferencia de 40 centímetros, que es la distancia entre el cerebro y el corazón. Usted puede saber en su mente, porque se lo dijeron desde niño, lo leyó varias veces o se lo dijeron varias veces. Es el tiempo para que este año deje de simplemente saber las cosas y las comience a vivir en su corazón.
Aunque el pronóstico de este nuevo año no sea alentador, usted tiene que tener la convicción de que a los hijos de Dios el pan no les va a faltar.
Tenga la seguridad de que en este nuevo año, nada le va a faltar.
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