Dios necesita que estemos listos para escucharlo
Es un proceso largo y transformador. A Moisés le tomó 40 años de entrenamiento en el desierto para poder escuchar la voz que salía de la zarza ardiente.
Tengo la bendición de pertenecer a una congregación que busca fervientemente la presencia de Dios y se nos ha enseñado a estar pendiente de su voz. Si embargo, hacerlo es un proceso diferente para cada uno de nosotros.
Necesitamos mantenernos en sintonía para cuando Dios decida hablar a nuestras vidas.
Quizás escuches la voz audible de Dios o puede ser que venga como producto de una revelación a través de una caminata, un programa de televisión o radio. Sin importar el medio debemos estar atentos a distinguir su voz. Moisés escuchó la voz audible de Dios pero el medio fue la zarza ardiente.
Debemos estar listos para distinguir la voz de Dios de la de los demás. Volviendo al llamado del profeta Samuel, al inicio de la conversación con Dios, Samuel creyó que quien lo llamaba era su maestro Elí. Samuel era aún muy joven y no había aprendido a distinguir la voz de Dios pero a partir de ese momento su vida cambió y Dios continuaba hablándole.
Citas Bíblicas para estudiar:
Éxodo 3:1-5
1 Samuel 3:4-5
1 Samuel 3:19-21
Amén
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