No tengas temor a moverte
“Cuando siento miedo, confío en ti, mi Dios, y te alabo por tus promesas; Confío en ti, mi Dios, y ya no siento miedo. ¡Nadie podrá hacerme daño jamás!» Salmos 56:3-4.
El temor se va cuando puedes confiar, cuando pones todo en Sus manos y recuerdas que no hay nadie como Él. Que no importa lo que hoy estés viviendo o mirando, que cada prueba, necesidad o problema Él la usará para tu bien.
Lo importante es confiar que poderoso es Él, es importante la actitud con la que vives y cómo reaccionas a lo que no puedes hacer o cambiar. Si confías que lo malo pasará y que será para tu bien, pronto la victoria recibirás.
Muchas veces nos acostumbramos a no movernos, a no hacer nada, a esperar que otro haga algo para nuestro bien. Así le pasaba al hombre que llevaba 38 años enfermo esperando llegar al estanque cuando el ángel movía el agua y así pudiera quedar sano. Te puedes imaginar 38 años esperando sanidad y no llegar de primero al estanque. ¿Cuántos años te has acostumbrado a una enfermedad o a una circunstancia? Cuando Jesús se acercó a este hombre le pregunto: ¿Quieres ser sano? Y él le respondió que no había nadie que lo metiera al estanque cuando el ángel movía el agua. ¿Cuántas veces te ha preguntado Jesús quieres ser sano, qué es lo que necesitas? ¿Y cuál es tu respuesta?
El hombre pudo contestar: ¡Sí, quiero ser sanado!
Hoy es el tiempo de confiar en Dios. De decirle claramente qué es lo que necesitas, qué es lo que te causa temor, qué es lo que te ha detenido. Porque Jesús te oye y te dice: ¿Quieres ser sano? ¿Quieres ser libre de todo temor?
¿Cuál será tu respuesta?
¡Yo quiero ser sano! ¡Yo no temeré !
¡No temas Dios está contigo!
Pensando en…
En mi caminar no he dejado de vagar, fuera del camino ya no quiero estar. Busco la seguridad que solo puedo encontrar, si me acerco a ti mi Dios. Ya no temeré, Tú eres la luz que la senda ilumina, eres mi Dios que da gozo a mi vida. Tú eres la paz que no puedo entender.
Tú res el camino que he de seguir, eres todo lo que necesito, eres salud y vida, salvación y perdón. No temo de Tu mano estoy seguro. Solo en Ti yo confiaré.
Oración
Señor, yo quiero ser sano, quiero dejar el temor atrás y sentir la seguridad de que Tú siempre estás aquí conmigo. Que me amas y me ayudas en todo momento. Ayúdame a decir adiós temor, gracias por escucharme. En el nombre de Jesús, ¡Amén!.
Citas Bíblicas para estudiar:
Salmos 56:3-4
Juan 5:5-8
Salmos 34:4
Deuteronomio 31:6
Amén
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