El amor es Grandioso e Increíblemente Paciente
En el último versículo de 1 Corintios 12 Pablo nos dice, “¡Ahora les voy a mostrar un camino más excelente!”
Esto nos lleva a 1 Corintios 13, “El Capítulo del Amor”, el cual nos da una descripción del amor, un tutorial para amar a los demás. Los primeros versículos del capítulo nos dicen que podemos ser extremadamente dotados y talentosos, poseer gran conocimiento y una fe muy grande, pero si no tenemos amor por los demás, somos nada. Deja que ese pensamiento se asiente.
“El amor es paciente, es bondadoso. No es envidioso ni orgulloso”
De mis propios fracasos relacionales he descubierto que mi capacidad para amar a los demás está directamente relacionada a que tan bien creo que soy amada por Dios. Conforme continuamos creciendo en la comprensión de quién es Él y la magnitud de su amor por nosotros, ganamos compasión y la habilidad de dar amor a los demás de Su amor sin fin.
En el lado opuesto de este versículo, nuestra “increíble” paciencia, o falta de, revela y expone lo que creemos de nosotros mismos. La importancia de sí mismo, nuestro propio orgullo, es un destructor de relaciones. Una percepción inflada de uno mismo y de cómo “deben” ser las cosas se convierte en una fuerza impulsora, a menudo proveniente de inseguridades y temores. A consecuencia, nuestra impaciencia causa que presionemos y empujemos a los demás, esperando más de lo que damos. Se que esto era verdadero de mí, solo pregúntale a mi familia. Quería que las cosas fueran hechas a mi manera y en mi periodo de tiempo. Que egoísta y orgullosa de mi parte. ¿Te identificas?.
Paciencia, un fruto del Espíritu de Dios, es la práctica de esperar sin quejarse. Ello contrarresta nuestro orgullo. La paciencia es una ofrenda de gracia y misericordia que viene de una postura de humildad, enfocándonos en los demás por encima de nosotros mismos. Es la activación de refrenar, poder bajo control, voluntad de esperar, y deferencia de ira.
“Increíble” paciencia es desarrollada humildemente y expectante mente esperando a que el Espíritu de Dios se mueva en tus circunstancias y con tu gente sin derramar una cadena de palabras desagradables, sin manipular la situación, sin enfocarte en ti mismo. Amor, expresado con paciencia, toma el tiempo necesario. Espera bien. Escucha.
Ya sea en respuesta a irritación, o perdurando por una esperanza largamente-esperada, tu nivel de paciencia revela la profundidad, fortaleza, y fuente de tú amor. La paciencia comprende y cree que Dios te ama tanto que te mira, tiene todo bajo control, y está orquestando todo para tu bienestar y Su gloria, incluso cuando parece imposible. En mi propia vida, ser paciente conmigo misma fue el punto de comienzo de ser paciente con los demás.
Si amar con paciencia es difícil para ti, conéctate con la Fuente de amor verdadero. Pídele poder y habilidad para amar a los demás con paciente expectación en lugar de mostrar tus expectativas impacientes. Agradécele por ser paciente contigo. ¡A través de Su amor poderoso, te convertirás en una persona paciente y tu amor se expandirá!
Siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor. Efesios 4:2
Citas Bíblicas para estudiar:
1 Corintios 13:1-4
Romanos 12:16
2 Tesalonicenses 3:5
2 Timoteo 2:24
1 Pedro 3:8
2 Pedro 3:9
Amén
Para más información, te invitamos a visitar nuestros enlaces:
En Guía, Salud y Vida, te invitamos a revisar nuestros artículos de interés:
DIRECTORIO MÉDICO – SALUD – BELLEZA – FITNESS – BEBE Y MAMÁ – MENTE SANA