Buscadores de sabiduría
La sabiduría es una mercancía preciada. La gente se siente atraída por ella. Es agraciada y atractiva. Representa una palabra del Señor, así que su valor es enorme. Es una razón por la cual vamos a la iglesia, escuchamos la buena enseñanza bíblica, e interactuamos con mentores mayores.
La sabiduría debe ser buscada y pedida. No viene naturalmente; es un regalo de Dios. Es preciosa y extremadamente valiosa.
Dios te envía un regalo que te protege de decisiones que podrían perseguirte toda una vida y te da la confianza ya sea de continuar o de detenerte. También es un arma que Dios empuña en nombre de Sus guerreros. Ésta atraviesa la confusión y la reemplaza con claridad. Destila las decisiones en una secuencia de pequeños éxitos. Advierte de un peligro inminente.
El sabio, sin embargo, no está inmune al pecado. Un hombre sabio o una mujer sabia aún necesita rendir cuentas, incluso más. En efecto, los sabios son propensos al orgullo (Jeremías 9:23). Un corazón sabio mezclado con orgullo piensa que puede levantarse por encima de las reglas. Puede ser sutil al comienzo, pero sus convicciones más profundas empiezan a pudrirse como una base infestada de termitas. Si el orgullo no se mantiene bajo control, este convertirá la sabiduría en engreimiento. Triste es el estado de un líder sabio que permitió que el orgullo diluyera su temor a Dios.
Es el regalo de Dios para llevar a cabo Sus iniciativas del Reino. Si se gasta en uno mismo, se vuelve egoísta.
Así que busca la verdadera sabiduría, cuya principal prioridad es Dios. Una sabiduría mutada sufre de mala práctica espiritual, pero una raza pura de entendimiento da vida espiritual. Es la sabiduría, emparejada con humildad y obediencia a Dios, la que nos prepara para terminar bien. Es auténtica, es apropiada en toda situación. Búscala en la Biblia, en libros, personas, circunstancias, películas, experiencias de vida y en la creación. Una vez que la encuentres, no la des por sentado. Agradece a Dios por los desenlaces sabios. Úsala para Su gloria y Sus propósitos.

Permítele a la sabiduría hacerte humilde más que darte un aire de superioridad. Todos somos buscadores de la sabiduría de Dios. La buscaremos hasta que lleguemos al cielo.
Es activa, está viva y siempre necesita una infusión de Dios. Usa la oración como un puente hacia la sabiduría de Dios. Pregúntale a menudo Su perspectiva y Su corazón al respecto.
Permite que la sabiduría te acerque más a tu Padre celestial en adoración y dependencia en Él. Dedícale a menudo tus intenciones sabias a Él. Mantén a tu Padre celestial como tu filtro para la toma de sabias decisiones.
Sé un dispensador generoso de sabiduría para otros, haz tiempo para que la gente conozca tu corazón, y entiendan las lecciones de vida que Dios ha forjado en tu fe. Todos tenemos sabiduría que podemos ofrecerle a los demás. Saca tiempo solo para escuchar las tribulaciones de otros. Sus problemas «principales» necesitan atención. Hazte disponible para escuchar pacientemente con comprensión, y luego en humildad, ofrece opciones para que consideren.
La sabiduría es cortés. Da respuestas a todo cuando es pedida en un espíritu de gracia, como un compañero que busca la sabiduría.
Busca y da sabiduría, motivada por humilde sumisión a Dios.
Agradecemos al devocional «Buscando Diariamente el Corazón de Dios«, visita: https://www.wisdomhunters.com/
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