Miedos que seguramente has tenido en la cama

¿Eres del tipo de persona que de avergüenza de hablar de sus gustos y preferencias sexuales? ¿Eres afecto/a a los juguetes sexuales? Esfuérzate por romper todos los tabúes que condicionan tu vida.

Todos tenemos miedos (muchos) de descubrirnos en el ámbito sexual. Vencer los temores en la cama es un trabajo con el que, día tras día te ayudará a seguir conociéndote. Estos son los cinco miedos más importantes y comunes que, seguramente tienes (o has tenido) en la cama y también algunas maneras de cómo superarlos.

Miedo a hablar de lo que realmente te gusta

Es imprescindible comprender que la comunicación no solo es vital en una relación de pareja, sino imprescindible en cualquier relación sexual (incluso en las esporádicas). “Si una persona no se responsabiliza de su propio placer primero, nunca va a estar satisfecha sexualmente”. Esta frase de la sexóloga María Esclápez en su libro Inteligencia Sexual seguramente impulsará y modificará por completo la percepción de tu propio placer.

Inteligencia sexual: Practica sexo inteligente. Desarrolla tu potencial sexual (Estilo de vida)

Como personas tenemos la responsabilidad en nuestro propio placer y la única forma de que nuestra pareja sepa lo que nos gusta, es diciéndoselo. Explicar qué te gusta cambiará tus encuentros sexuales. Podrías pensar que todas las mujeres y hombres son iguales y nos gusta lo mismo. Ni mucho menos. Hay a quien le gusta la pizza con piña y hay quien lo considera un sacrilegio gastronómico. Hay quien disfruta corriendo una maratón y quien solo con pensarlo, se encuentra hasta cansada. Cada persona es única y su placer, también.

Por desgracia, nadie tiene una bola de cristal para adivinar qué el roce en la parte de atrás de las rodillas es algo que te vuelve loca. Es cierto que si tu pareja mejora su observación y percibe tu placer a través por ejemplo de tus gemidos o de cómo se te eriza la piel, podrá acertar en alguna ocasión, pero si quieres algo: dilo.

No voy a estar a la altura de lo que espera. Miedo a no ser suficiente o a fallar en la cama

Responsabilizarnos del placer de nuestra pareja es un error más que común en las relaciones sexuales, tal y como hemos visto en el primer punto de los miedos, cuando hablábamos de la responsabilidad que cada uno tiene en su propio placer. Y el miedo a fracasar, algo muy común, pero ¿se puede fallar en una relación sexual?.

Seguramente creemos que si, y por ello, puede que estes más que pendiente de que la experiencia sea perfecta para tu pareja cueste lo que cueste. Según afirma de nuevo María Esclápez “somos tan altruistas en la cama que preferimos dar placer cueste lo que cueste, a pesar de que nos cueste nuestro propio placer”. Y ahí entra en juego el egoísmo positivo del que habla la sexóloga y que, seguramente, cambiará tu manera de ver tus relaciones.

Tenemos el mismo derecho al placer que tiene nuestra pareja, y ese egoísmo no es algo malo. No significa que nos volvamos insensibles a las necesidades de los demás, sino que pongamos en valor las nuestras también, utilizando una comunicación asertiva. Según la psicóloga Elena García Vega se trata de “una comunicación sana, basada en hablar desde el yo pero respetando al otro”.

¿Qué va a pensar de mí? Miedo a ser juzgado/a?

Posiblemente en tus relaciones sexuales siempre has tenido miedo a decir lo que te apetece, lo que te gusta y hasta las fantasías que gustaría cumplir por el miedo a ser juzgado/a. ¿Pensará que soy lo peor? La idea puede que te me persiga y no te aventures a explorar.

La opinión que el resto del mundo tenga de ti no es algo que deba obsesionarte, lo que importa es que al mirarte al espejo ese reflejo haga que te sientas orgulloso/a. Debemos respetarnos y querernos y no ser nosotros los primeros en juzgar nuestros propios actos.

Este eres tu y no tienes por qué avergonzarte de tu deseo ni tenerle miedo a tu placer. Igual que no tenemos que tenerle miedo a las críticas que podamos recibir de otras personas.

No voy a gustarle. Miedo a mostrar mi propio cuerpo

Mentiríamos al decir que es un miedo fácil de superar. La imagen que tenemos de nuestro propio cuerpo no es idílica y es algo que en muchas ocasiones nos puede haber condicionado a la hora de mantener relaciones sexuales. No querer mostrarlo o estar más pendiente de pensar en lo que pensará nuestra pareja de nuestro cuerpo que en el placer que puedes sentir o estas sintiendo es un problema que, por suerte, puedes lograr vencer.

Hacerlo con la luz apagada e incluso en tus peores momentos evitar casi el contacto, han sido las consecuencias de una mala relación con tu propio cuerpo. La clave para superarlo, es acudir a un profesional (un psicólogo) quien puede darte herramientas para mejorar la relación con tu cuerpo. La importancia de querer y tratar bien a nuestro cuerpo es vital. y algunos de los trucos para conseguirlo es, por ejemplo hacernos más conscientes de todo el placer que puede aportarnos.

Aceptar los cumplidos, por ejemplo, es algo que puede ayudarte a verte más sexy, más atractivo/a y más seguro/a de ti mismo/a, algo que aleja ese miedo a mostrar tu cuerpo, con sus virtudes y defectos, pero tal y como es.

No quiero probar nada nuevo. Miedo a explorar mi propia sexualidad

Si eres fan de investigar y probar cosas nuevas en el terreno gastronómico, ¿por qué tienes pánico a probar cosas nuevas en el terreno sexual?

No reduzcas tu vida a: mismo día, misma hora, mismos juegos y misma posición. No pierdas la virtud de conocer tu propio cuerpo. Ese miedo a que algo no me guste o me resulte incómodo desaparecerá en el momento en que te des cuenta de que el sexo mejora si nos centramos solo en disfrutar.

Puedes probar algo que te encante, como cuando pruebas algún platillo o alimento por primera vez, o probar algo que no te termine de gustar, como cuando percibes sensaciones desagradables a causa de un olor o sabor. Lo vital es siempre ser sincero/a con lo que te hace disfrutar, y comunicárselo a tu pareja y que todo lo que hagamos en la cama sea consensuado y desde el respeto absoluto, siguiendo el movimiento del positivismo sexual.

La información es poder, y puede darte una seguridad abrumadora saber cómo funcionan las cosas. El miedo a explorar en el terreno sexual se disipará cuando comiences a explorar tu cuerpo y tu placer.

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¿Nuestro cerebro realmente puede sentir dolor?

Cuando tenemos dolor de cabeza nos preguntamos qué nos duele en realidad y, en ese caso, si el cerebro puede sentir dolor. Lo cierto es que este órgano interpreta los estímulos dolorosos, pero no es capaz de sentir dolor por sí mismo.

La cefalea es el nombre técnico del dolor de cabeza. Pero la cabeza incluye muchas estructuras, incluso el cerebro. Ahora bien, ¿puede el cerebro sentir dolor? En definitiva, ¿qué nos duele cuando tenemos cefalea?

La cabeza incluye los huesos del cráneo, la piel y los músculos que recubre, todo el encéfalo y las estructuras venosas y nerviosas que circulan por allí. El cerebro es un órgano más del encéfalo y, por ende, solo una porción de la cabeza.

El origen de las cefaleas es múltiple. A veces, hay dolores de cabeza banales, ocasionados por un poco de cansancio o estrés y nada más. Otras veces, la cefalea es un signo de una enfermedad grave, como el accidente cerebrovascular.

Para saber si el cerebro puede sentir dolor, primero tenemos que plantearnos la existencia o no de receptores de dolor en el tejido cerebral. Las zonas del cuerpo sin estos receptores son incapaces de producir dolor.

El cerebro no tiene receptores de dolor

Los receptores del dolor reciben el nombre de nociceptores. Se trata de estructuras sensoriales, es decir, que están asociadas a la posibilidad de sentir algo. Cuando un estímulo activa el nociceptor, puede haber sensación de dolor.

Los nociceptores están presentes en varios tejidos, pero no en el cerebro. Cuando estos receptores se estimulan, por ejemplo al tocar algo caliente, transmiten la señal de dolor al cerebro a través de la médula espinal.

Hay nociceptores por fuera de nuestro cuerpo, en la piel, y por dentro, en ciertos órganos. También hay mucosas con estos receptores y tejidos como el muscular que contienen nociceptores en su interior.

El cerebro, entonces, no puede sentir dolor. Recibirá la información que le llegue de los nociceptores repartidos por el cuerpo y la interpretará, pero no será dolor cerebral. Sus estructuras vecinas sí tienen nociceptores, como las meninges.

Al no poseer receptores de dolor, el cerebro puede operarse con anestesia local, como se hace en muchas neurocirugías. Se abre la calota del cráneo y se trabaja sobre el cerebro con el paciente despierto, ya que las intervenciones del cirujano no despiertan dolor allí.

El cerebro no puede sentir dolor, pero lo interpreta

Como ya hemos adelantado, el cerebro no puede sentir dolor, pero sí es el encargado de interpretar las señales que recibe de los nociceptores repartidos en el organismo. Para algunos neurólogos, es correcto decir que el cerebro genera el dolor, pues es finalmente quien nos dice que algo está doliendo.

Cuando un nociceptor detecta un cambio físico, térmico, de presión o químico que puede ser perjudicial, avisa al cerebro. A través de la médula espinal sube la información desde el receptor y busca una interpretación en el tejido cerebral.

El cerebro recolecta los datos y emite una respuesta, la cual está condicionada por lo que somos, es decir, por lo que hemos vivido antes y hemos aprendido. Se elaborará, entonces, una orden a cumplir. Si se detectó dolor peligroso, posiblemente la orden sea la de quitar la mano del lugar, moverse, saltar, correr o, quizás, aguantar un poco más.

Hay personas que se entrenan para el dolor, como puede ser el caso de los boxeadores. Los golpes que reciben van siendo registrados por el cerebro para ganar experiencia. Ante golpes subsiguientes, la respuesta ya no es la misma, porque el cerebro tiene acumulada información que le permite decidir mejor.

De todas maneras, hay límites de dolor que van más allá de la experiencia. El dolor, justamente, es un mecanismo de defensa que tiene el cuerpo para advertir sobre peligros para la salud. Un buen sistema de reconocimiento de los dolores es lo que nos mantiene vivos como especie.

¿Qué significa, entonces, el dolor de cabeza?

Ya que sabemos que el cerebro no puede doler, es válido preguntarse por qué duele la cabeza. Pues bien, la respuesta está en las demás estructuras del cráneo.

La cefalea puede originarse en la piel de la cabeza, en las meninges o en las arterias del cráneo. También los músculos del cuello, con una contractura cervical, pueden causarla. El cerebro interpretará las señales de esas estructuras y decidirá si es dolor o no.

El flujo sanguíneo es un frecuente origen de las migrañas. Cuando se altera la circulación en las arterias o en las venas de la cabeza, los nociceptores de los vasos dan el aviso al cerebro. Por eso, algunas medicaciones para la migraña se basan en la modificación de la vasoconstricción.

El cerebro no puede sentir dolor, pero nosotros sí

El hecho de que el cerebro no pueda sentir dolor, no quiere decir que seamos seres incapaces de percibirlo. Al contrario, el tejido cerebral nos conecta con el exterior a través de la percepción dolorosa y, a la vez, interpreta nuestro medio interno a través de los nociceptores de los órganos. En definitiva, el cerebro no puede sentir dolor, pero nosotros, como un todo, sí.

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¿Por qué me duelen los Hombros y el Cuello?

El dolor de cuello y hombros es una de las molestias musculares más frecuentes en la población. Se manifiesta como una sensación de tensión que puede llegar a reducir de manera notoria la capacidad de movimiento.

El problema es que el estilo de vida moderno nos obliga a someter al cuerpo a un constante esfuerzo físico que compromete esta zona. Además, otros factores como el estrés, el ejercicio extenuante o los traumatismos pueden derivar en estas dolencias.

Por lo general, para reducir este problema, se consumen medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno o paracetamol. Aún así, hay quienes buscan otras formas de calmarlo, pues los fármacos no siempre son suficientes.

¿Cuáles son las causas del dolor de cuello y hombros?

En primer lugar, cabe hacer un breve repaso sobre las causas del dolor de cuello y hombros. Esto es importante, pues de ahí se deriva el tipo de tratamiento. En la mayoría de los casos, la tensión es el resultado de un esfuerzo constante en la zona.

  • Hábitos como el uso excesivo del móvil o el ordenador pueden ser detonantes de este dolor. Al inclinar la cabeza hacia abajo, los músculos del cuello y las vértebras cervicales acaban sujetando el peso de la misma, lo que se traduce en tensión.
  • El ejercicio extenuante o los traumatismos por accidentes son otra causa. En este último caso, la atención médica es determinante para un correcto tratamiento.
  • Algunas enfermedades, como la artritis reumatoide o el cáncer, tienen entre sus manifestaciones clínicas esta dolencia. Es necesario seguir las indicaciones médicas para hacerla llevadera.

Consejos para calmar el dolor de cuello y hombros

El dolor de cuello y hombros puede ser incapacitante cuando no se le brinda un tratamiento adecuado. Si bien lo podemos mejorar con algunos cuidados básicos, es conveniente acudir al médico para conocer otras opciones terapéuticas.

El tratamiento del dolor de cuello y hombros varía en función de su causa. Si es un dolor puntual, causado por una mala postura o un movimiento brusco, los analgésicos y algunos cuidados básicos pueden ayudar. Sin embargo, si se trata de un traumatismo o enfermedad, será el médico quien determine el plan terapéutico¿Qué podemos hacer?

Corregir la postura

La postura es uno de los factores más importantes en el desarrollo de esta molestia. Por ello, debemos prestarle especial atención a la misma; no solo en el trabajo, sino también en hábitos cotidianos como al usar los dispositivos móviles.

Lo ideal es colocarse con la cabeza erguida. Permanecer durante mucho rato con la cabeza inclinada hacia abajo hace que esta zona soporte toda la tensión. Por ello, también es recomendable realizar descansos para movilizar el cuello y relajar los músculos.

Movilizar la zona

Para promover el alivio del dolor de cuello y hombros es fundamental movilizar la zona. No se trata de forzar los músculos, sino de mantener posturas durante 15 o 20 segundos para reducir la tensión en los músculos.

  • En primer lugar, se recomienda inclinar la cabeza hacia un lado y después hacia el otro.
  • Otro movimiento importante es la rotación, tanto de la cabeza como de los hombros.
  • También es bueno estirar los brazos detrás de la cabeza, y hacer presión con el codo hacia abajo.

Medidas fisioterapéuticas

Acudir al fisioterapeuta debe de ser una de las principales acciones cuando el dolor de cuello y hombros se mantiene en el tiempo. Este profesional nos puede orientar sobre cómo hacer los estiramientos y qué posturas debemos corregir.

Además, mediante masajes, técnicas de estimulación eléctrica o con aplicación de calor ayuda a mejorar las molestias. En algunos casos, se emplea la tracción con pesas y poleas para estirar el cuello. Incluso, se puede inmovilizar el cuello durante periodos cortos para reducir la presión.

¿Qué debemos recordar sobre el dolor de cuello y hombros?

El dolor de cuello y hombros nos puede aquejar a todos en algún momento, ya sea por malas posturas, estrés, traumatismos, demasiado esfuerzo físico, entre otros factores. Sin una atención adecuada, llega a ser incapacitante, ya que se prolonga en el tiempo.

En un principio, corregir la postura y hacer ejercicios de estiramiento puede ser suficiente para promover su alivio. No obstante, si el dolor persiste, es necesario consultar al profesional. Cuando su origen son causas más graves, como enfermedades, es necesario recibir un tratamiento individualizado. 

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¿Quieres dejar de fumar? ¡Decídete y Hazlo!

Cada año, numerosas instituciones llevan a cabo campañas de concienciación lo dañino que es el tabaco para la salud. Una de ellas, por ejemplo, hizo énfasis en el empaque genérico de los cigarrillos e intentó hacer menos atractivas las cajas colocando fotografías que mostraban el impacto del tabaco en la salud. Pero ¿realmente funcionan este tipo de campañas? Y lo más importante, ¿sirve de algo dejar de fumar?.

¿Funcionan las campañas contra el tabaco?

Según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo de España, entre el 2012 y el 2013 se llevó a cabo en Australia una campaña como la que comentábamos y se consiguió reducir el número de fumadores un 2,8%. La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, comprobó que en España este tipo de campañas funcionaron especialmente en adolescentes que tenían la intención de empezar a fumar y desistieron. Mientras tanto, en otros países como Brasil, Canadá, Singapur y Tailandia, gracias a las fotografías y mensajes que ha visto la población a diario, se generó una mayor sensibilización sobre los efectos dañinos del tabaco.

no al tabaco

A pesar de los resultados positivos de una campaña de estas características, solo 42 países ponen en práctica este tipo de advertencias gráficas, por lo que no se ha conseguido reducir el número de fumadores todo lo esperado. A esto se le suma que los medios de comunicación, que son los que tendrían un mayor impacto sobre la población, no llevan a cabo campañas contra el tabaco.

¿Ha habido progresos?

Muchos países, con el fin de reducir el número de fumadores y erradicar este vicio, han lanzado campañas muy potentes. En América, por ejemplo, muchos estados han ratificado su compromiso con el tabaquismo. Pero, además, cada vez son más los países que se convierten en espacios libres de humo en lo que a lugares públicos, lugares de trabajo cerrados y en cualquier transporte público se refiere.

Hay países que exigen el uso de advertencias sanitarias gráficas en, al menos, el 50% de superficies principales, otros han aumentado los impuestos del tabaco, los hay que han prohibido totalmente toda forma de publicidad, promoción o patrocinio y también hay que ofrecen ayuda para dejar de fumar a través de líneas telefónicas gratuitas o terapias de sustitución nicotínica con cobertura total de los costes.

Dejar el tabaco tiene beneficios

Tomar la decisión de dejar de fumar y conseguirlo no es fácil, pero puede resultar muy gratificante notar que mejoran las condiciones físicas, aumenta la concentración, se optimizan los procesos renales y hepáticos, se reducen las caries y se blanquean los dientes, mejora el aliento y se convierte en un ahorro económico importante.

Después de tres días sin fumar, la persona puede experimentar un mayor rendimiento físico. Si ya se supera la tercera semana, según los expertos y según varios estudios, se empezarán a percibir mejor los olores y los sabores. Y estos beneficios son solo el principio, porque se ha podido comprobar que la nicotina actúa en el cuerpo como una droga estimulante que dificulta el sueño. Esto crea en la persona una sensación de mayor concentración, pero en realidad con cada calada que se le da al cigarro, además de nicotina, se absorbe monóxido de carbono, que disminuye el aporte de oxígeno al cerebro y puede provocar que a medio o largo plazo haya dificultades para recordar ciertas cosas. Dejando de fumar, entonces, mejora la memoria, la concentración y el descanso.

Otro de los aportes que se suman al cuerpo cuando se deja de fumar es la mejora del rendimiento sexual y la capacidad reproductiva. En el caso de los riñones y el hígado, que son los órganos encargados de eliminar las sustancias tóxicas o dañinas de la sangre, trabajan menos cuando se deja de fumar, por lo que no se deterioran tanto y sus vidas se alargan.

También se han detectado beneficios a nivel psicológico. A pesar de que al principio, a causa del síndrome de abstinencia, la persona puede sentirse más nerviosa, ansiosa e irritable, con el tiempo el estado de ánimo mejora.

no al tabaco

Seguir fumando tiene consecuencias

La OMS ha afirmado que hasta el 50% de los fumadores mueren por un problema de salud causado por el tabaco. Dicho de otra forma, más de 5 millones de fumadores mueren cada año y más de 600 000 personas no fumadoras mueren porque han estado expuestas al humo del tabaco de forma continua, lo que sumaría un total de casi 6 millones de personas. Este número podría llegar a los 8 millones en el 2030 si no se toman las medidas necesarias de forma inmediata.

El humo del tabaco tiene más de 4000 productos químicos y se sabe con total certeza que al menos 250 son nocivos y más de 50 provocan cáncer. Y este humo lo absorben tanto personas fumadoras como no fumadoras. Pero lo que es más alarmante es que más de un 40% de los niños del mundo están expuestos continuamente a este humo porque, como mínimo, uno de sus progenitores fuma. Una situación muy preocupante pero también reparable. ¡Solo hay que dejar el tabaco!.

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Estos son algunos ejercicios para prevenir infartos

Para prevenir infartos es necesario conocer cuáles son los trucos que se deben poner en práctica, además de cuándo y cómo.

El riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular aumenta con el paso del tiempo. Por ello, cuando se pasa la barrera de los cuarenta años, el ejercicio para prevenir infartos resulta fundamental.

Para llevar una vida saludable es fundamental que el corazón este sano. Sin embargo, el estilo de vida sedentario sumado al tabaquismo, el estrés diario y malos hábitos alimentarios hacen un tanto difícil que el corazón se encuentre en óptimo estado.

También es importante descansar bien, dejar de fumar y empezar a hacer ejercicio. Esto ayuda a prevenir infartos y reducir los factores que pueden llevar a sufrirlos.

De acuerdo a la condición física previa de cada persona, se recomiendan diferentes disciplinas, adecuadas para reducir el peligro de problemas cardíacos.

Pero ¿cuál es el mejor ejercicio para fortalecer el corazón? Según algunos estudios publicados existen algunos tipos de ejercicios que pueden realizarse para mejorar la salud cardiovascular a corto plazo.

Prevenir infartos: los mejores deportes y ejercicios

Natación

Este ejercicio no solo ayuda a prevenir infartos. También mejora la respiración y, por ende, la oxigenación del organismo. La natación involucra el movimiento de grandes grupos musculares, sin generar un alto impacto en las articulaciones. Por esta razón, el riesgo de lesión es nulo.

Puede realizarse a cualquier edad. Para optimizar los beneficios de nadar, se podrían combinar algunos ejercicios aeróbicos dentro del agua. Además, la natación ayuda a bajar de peso, disminuye el colesterol malo y equilibra la tensión arterial.

Nadar es, sin duda, uno de los ejercicios más completos para proteger la salud en general. Un dato a tener en cuenta, es que el agua debe estar a una temperatura adecuada (entre 25 y 30º Celsius). Si se elige una temperatura muy baja, la natación puede conllevar riesgos para la salud.

Alto ángulo de nadador masculino en la piscina de agua Foto gratis

Deportes con raqueta

Estudios recientes han demostrado que los deportes que se practican con raqueta como tenis y padel, entre otros, son recomendables para prevenir infartos. Entre otras cosas, porque ayudan a mejorar el rendimiento cardiovascular y metabólico.

Estos deportes combinan periodos de intensa actividad con otros de descanso o recuperación. Justamente esta característica es lo que los hace ideales para una mejora significativa en la salud del corazón.

Por supuesto, los deportes resultan mucho más beneficiosos cuando se realizan de forma moderada, recreativa. Ya que se deja de lado el espíritu competitivo y la exigencia extralimitada del cuerpo.

Caminar

Es el primer ejercicio que los cardiólogos sugieren para comenzar a cuidar el corazón, prevenir infartos y atenuar los factores de riesgo. Caminar está al alcance de todos, solo basta establecer una rutina de al menos 20 minutos, tres veces a la semana.

Es primordial, mientras se está caminando, mantenerse hidratado bebiendo agua y usar calzado cómodo.

Se puede aumentar la intensidad de la caminata, de moderada a intensa, para que la frecuencia cardíaca aumente y el gasto de energía sea mayor.

Una vez que el cuerpo se acostumbra a una rutina, se puede aumentar o alternar caminata con un trote. Además es recomendable pasar de la caminata a la marcha atlética para aumentar los beneficios cardiosaludables de la disciplina.

Caminar ayuda también a erradicar el estrés, tan nocivo para la salud en general. La caminata es incluso recomendable para la reducción de discapacidades en personas mayores.

Otras opciones, otros ejercicios

Existen otros tipos de ejercicios de alto impacto, como el running. En ellos se somete al corazón a un trabajo excesivo, que no es aconsejable para aquellos que ya padecen una enfermedad cardiovascular. Si ese es el caso, se deberían evitar.

Bailar también es un muy buen ejercicio aeróbico que puede hacerse en casa. Al bailar ejercitamos muchas de nuestras articulaciones, además de que nos evadimos de los problemas cotidianos.

Lo importante es dedicar por lo menos 30 minutos cada día a hacer ejercicio moderado, aunque este sea solo caminar.

No es necesario acudir al gimnasio para comenzar a proteger la salud cardiovascular pero sí al médico de cabecera, quien evaluará hasta qué grado ejercitarse, además de aconsejar otro tipo de cuidados.

Para prevenir infartos hay que moverse

Caminar es, básicamente, el mejor ejercicio que los profesionales de la salud recomiendan para prevenir infartos. ¿Por qué? porque al caminar se ejercita el músculo más importante del organismo: el corazón.

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GUÍA DE VITAMINAS Y MINERALES – NUTRICIÓN – SALUD DE LA A-Z

Cuando se siente abrumado: Día 4 – 1 Reyes 19:5-6 – Abr 2

«…Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse»

Descanso 

En los próximos devocionales estaremos viendo dos principios más para aplicar en la vida cuando lleguen las tormentas. 

Hoy, quiero regresar a la historia de Elías en 1 Reyes 19:5–6 leemos lo siguiente:

Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; pero un ángel lo tocó, y le dijo: “Levántate y come”. Miró y vio a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas y una vasija de agua; comió, bebió y volvió a dormirse.

Note que en medio de su crisis, Elías descansó y comió. Cuidó de su cuerpo.

Algunas veces, la crisis que uno experimenta llega porque se ha privado del sueño y no ha comido muy bien. ¿Y sabe qué? Su cuerpo, su alma, y su espíritu están entretejidos. Lo que le hace a uno afecta a los otros. Afecta todo por completo. 

Estamos estrechamente entretejidos. Y la cuestión más sensata que puede hacer cuando está en una crisis es darle a su cuerpo descanso, ya que afecta las otras áreas de la vida. 

Cuando usted está agotado y físicamente débil, es muy fácil exagerar las cosas y sacarlas fuera de proporción. Cuando está cansado, puede parecer que todo su mundo se está deshaciendo cuando en realidad no lo está. El escritor norteamericano Mark Twain dijo: “Soy un hombre viejo y he conocido muchos problemas, pero la mayoría de ellos nunca sucedieron”.

Usted y yo necesitamos descanso.

Si hoy se encuentra en medio de una tormenta, cerciórese de no descuidar el descanso que necesita. 

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MEDITACIÓN DIARIA

La Presencia de Dios: Día 3 – Salmos 77:12 – Abr 12

En su presencia hay salvación

“No me gustan los silencios… No cuando estoy en fuertes luchas. Me encierro a buscarte, y a veces lloro sin cesar, pero me tropiezo con el silencio. Deseo tanto tu ayuda porque la angustia me deja sin palabras que pronunciar, no puedo orar”.

Es impactante pensar que David, un rey elegido por Dios, lleno de gracia y fe, tuviese este tipo de pensamientos e inquietudes, a pesar de tener una profunda relación con Dios.

Sin embargo, las palabras de dolor y desesperación se transforman en palabras de alabanza cuando David decide recordar y declarar lo maravilloso que es Dios, tal y como se muestra en Salmos 77:11-12: “Pero después me acuerdo de todo lo que has hecho, oh Señor; recuerdo tus obras maravillosas de tiempos pasados. Siempre están en mis pensamientos; no puedo dejar de pensar en tus obras poderosas”.

Necesitamos saber que no recibir una respuesta inmediata, no significa que Su presencia ya no nos acompaña. Debemos recordar que somos salvos y que las constantes fallas no cambian ese hecho.

No olvidemos que necesitamos declarar quién es Dios aun cuando creemos que Él está en silencio.

Citas Bíblicas para estudiar:

Salmos 77:2
Salmos 77:11-12
Salmos 77:14-15

Amén

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MEDITACIÓN DIARIA

En Guía, Salud y Vida, te invitamos a revisar nuestros artículos de interés:

DIRECTORIO MÉDICO – SALUD – BELLEZA – FITNESS – BEBE Y MAMÁ – MENTE SANA