OTROS ARTÍCULOS

De la mano de Jesús: Día 6 – 1 Juan 1:6-7 – Mar 16

Congregarse

La Biblia nos enseña que es importante reunirnos con otros creyentes que creen lo mismo que nosotros (Hebreos 10:25) de esa manera, podrás crecer en tu fe y conocer cada día más a Jesús. También podrás disfrutar de la amistad de gente que te impulse a cumplir la voluntad de Dios. Trata de encontrar una Iglesia que enseñe únicamente la Biblia, donde se adore a Jesús con libertad. No se trata de asistir a un «club religioso» sino a un lugar para “entrenar” tu fe y disfrutar la compañía de Dios y de hermanos en la fe. La Biblia nos habla de que los demás creyentes en Jesús somos el «cuerpo de Cristo» (siendo Jesús la Cabeza del cuerpo) por tanto es necesario que estés unido al resto del Cuerpo de Cristo para recibir de Jesús toda su guía, fortaleza y bendición. 

Hay quienes dicen «ninguna iglesia es perfecta» y por lo tanto no se congregan en ninguna. Eso es un error. Por supuesto que no existe la «Iglesia perfecta» así como tampoco existen «personas perfectas». Déjame darte un consejo al momento de elegir en qué Iglesia congregarte. Existen dos tipos de casas: una tiene los cimientos bien colocados pero quizá sus paredes estén despintadas, otra casa puede que las paredes estén bien pintadas pero los cimientos están mal colocados y rajados. Si yo tuviera que elegir en cuál casa vivir, elegiría sin dudarlo la que tiene los cimientos bien colocados (aunque las paredes estén despintadas) todo eso se puede corregir, pero en cambio, si elijo la casa que tiene los cimientos rajados (por más que las paredes estén bien pintadas) toda esa casa se puede desmoronar en cualquier momento. 

De la misma manera existen dos tipos de Iglesias, espiritualmente hablando: las que tienen los cimientos correctos (aunque quizá sus paredes estén despintadas) y las que tienen los cimientos incorrectos (aunque sus paredes estén bien pintadas). ¿Qué es un cimiento correcto? Las Iglesias que se basan en las enseñanzas de la Biblia únicamente y no en doctrinas de hombres. Puede que dentro de esas iglesias haya alguna «pared despintada» (algo que no esté del todo bien) pero aún así es sólo la pared, se puede arreglar! En cambio si vas a una iglesia que tiene los «cimientos incorrectos» (No creen sólo en la Biblia sino en otras doctrinas humanas) por más que las paredes se vean «bien pintadas» (o sea que a primera impresión todo parezca bien) al tener los cimientos incorrectos, en cualquier momento se puede derrumbar y no habrá cómo arreglarlo.

Lo que quiero decir es esto: Si vas a elegir una iglesia procura que sea una Iglesia donde se enseñe la Biblia y sólo la Biblia (ese es el cimiento correcto), allí podrás crecer seguro, quizá podrás encontrar algunas «imperfecciones en la pared», pero que eso no te impida asistir, puesto que los cimientos están sólidos en la Palabra de Dios, y eso es lo que hace que toda la casa permanezca firme. 

Citas Bíblicas para estudiar:

Hebreos 10:25
1 Corintios 12:12
1 Corintios 12:27
1 Juan 1:6-7
Mateo 28:19-20
Mateo 18:20

Amén

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MEDITACIÓN DIARIA

Dirección Divina: Día 1 – Efesios 4:22-24 – Feb 19

Comience

Cada día tomamos decisiones que dan forma a nuestra historia de vida. ¿Cómo se vería su vida si permitiera que principios divinos guiaran esas decisiones? Durante la próxima semana, comenzaremos a explorar siete principios para ayudarlo a encontrar la sabiduría de Dios en sus decisiones diarias.

Si alguien le pidiera contar su historia de vida, ¿qué le diría?

Podría iniciar por dónde nació, dónde fue criado. Podría mencionar su primer amor. Tal vez hablaría del gran cambio que hizo su familia o de cuando se fue a la universidad. Si está casado, podría describir cómo conoció a su esposa. Si no lo está, podría comentar el por qué. Si es padre, podría mostrar con orgullo algunas fotos de su familia en su celular. O tal vez describiría su trayectoria profesional. ¿Qué hay en su historia?.

La mayoría de nosotros tenemos capítulos que preferimos no mostrar a nadie. Quizá terminó en un lugar donde nunca quiso estar. No tenía la intención de arruinar algo, pero lo hizo. Tomó decisiones que lo llevaron más lejos de lo que se imaginó. Hizo algunas cosas que le costaron más de lo que pensó. Hirió personas. Comprometió sus principios. Rompió promesas. Hizo cosas que siente no puede deshacer.

Su historia no ha terminado, no es demasiado tarde para cambiar la historia que un día contará.

Hay buenas noticias: su historia no ha terminado, no es demasiado tarde para cambiar la historia que contará algún día. Independiente de lo que haya hecho (o dejado de hacer), su futuro aún no está escrito. Tiene más victorias que ganar, amigos que conocer, más de una diferencia para hacer, más de la bondad de Dios para experimentar. Le guste o no la trama hasta ahora, con la ayuda de Dios, puede transformar su historia en una que esté orgulloso de compartir.

Esta es una forma de cambiar su historia: comience algo nuevo.

No importa que tan incierto, asustado o estancado se sienta en este momento, su historia continúa hoy. ¿Qué va a comenzar hoy? ¿A orar diariamente por su pareja? ¿Ir a consejería y tratar un asunto pendiente? ¿Vivir con mayor generosidad? ¿Servir en la iglesia o la comunidad? Este es un buen momento para dejarlo escrito. Abra sus notas y anote sus pensamientos. No lo piense mucho, pero sí tómese un momento para plasmarlo en papel. Una o dos oraciones.

Pregúntese:

¿Qué debo empezar a hacer para moverme en la dirección de la historia de vida que quiero contar?

Citas Bíblicas para estudiar:

2 Corintios 5:17
Isaías 62:4
Efesios 4:22-24
Isaías 43:18-19

Amén

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MEDITACIÓN DIARIA

MES AZUL: ¿Qué es la Prostatitis?

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La prostatitis es una inflamación de la glándula prostática que causa aumento de su tamaño, generando síntomas como dolor, ardor y dificultar al orinar. Esta enfermedad puede afectar a hombres de cualquier edad, sin embargo es más común en hombres de 50 años o menos.

La principal causa de prostatitis es la infección por bacterias, principalmente Escherichia coli, y puede ser aguda, que es cuando los síntomas surgen repentinamente, o crónica donde los síntomas se presentan durante al menos 3 meses. El tratamiento de la prostatitis es indicado por el urólogo y consiste en la administración de antibióticos para combatir la infección, así como analgésicos y antiinflamatorios para aliviar los síntomas.

Síntomas principales

Los síntomas más comunes que pueden indicar la presencia de una prostatitis, que es la inflamación de la próstata, son principalmente la disminución de la fuerza del chorro de orina y dolor al orinar.

Los síntomas de los diversos problemas de la próstata son bastante similares. Por esto, si consideras que puedes tener algún problema en la próstata, te presentamos una lista y descubre cuál es tu riesgo:

  • Dificultad para comenzar la orina
  • Disminución del chorro de orina
  • Ganas frecuentes de orinar, inclusive por las noches
  • Sensación de tener la vejiga llena, inclusive después de haber orinado
  • Presencia de gotas de orina en la ropa interior
  • Impotencia o dificultad para mantener una erección
  • Dolor al eyacular y/o orinar
  • Presencia de sangre en el semen
  • Ganas repentinas de orinar
  • Dolor en la región de los testículos o cerca del ano

Además de los síntomas indicados, la prostatitis también puede causar fiebre y escalofríos, especialmente si la prostatitis es causada por una infección. Sin embargo, la única forma de confirmar el diagnóstico es consultar a un urólogo para que indique exámenes de laboratorio como el examen de sangre, orina o inclusive una ecografía.

Al aumentar la frecuencia urinaria, puede haber presencia de sangre en la orina, siendo común que cause impotencia debido al dolor constante. Sin embargo, estos síntomas también pueden estar relacionados a una infección urinaria en el hombre.

¿Qué puede ocasionar la Prostatitis?

Aunque existan diferentes causas que puedan resultar en la inflamación de la próstata, la mayoría de las prostatitis son causadas por una infección, especialmente por bacterias como Escherichia coli o Proteus mirabilis. Por este motivo, es relativamente común que la prostatitis sea tratada con el uso de antibióticos, que deben ser indicados por el urólogo.

En algunos casos, la prostatitis puede ser causada por cirugías o lesiones en la región y en algunas situaciones no es posible determinar cuál es la causa.

Clasificación de la Prostatitis

La prostatitis puede clasificarse según la causa en bacteriana y no bacteriana, y según el tiempo en que se iniciaron los síntomas y la duración en aguda o crónica. Estas son:

  • Tipo I Prostatitis bacteriana aguda: los síntomas suelen surgir repentinamente y es causada por bacterias, principalmente Escherichia coli o bacterias pertenecientes al género Klebsiella spp. o Proteus spp. Este tipo de prostatitis puede confundirse fácilmente con una infección del tracto urinario debido a que los síntomas son muy generales.
  • Tipo II Prostatitis bacteriana crónica: ocurre cuando la bacteria permanece en el tracto urinario, causando infección e inflamación progresiva, de manera que los síntomas evolucionan lentamente y el tratamiento es más complicado.
  • Tipo III A: Síndrome de dolor pélvico, también conocida como prostatitis crónica inflamatoria, cuya causa no es infecciosa y que los síntomas inflamatorios evolucionan lentamente;
  • Tipo III B: Prostatitis crónica no inflamatoria, síndrome de dolor pélvico o prostatodinia, en el que hay alteraciones en la próstata pero no se observan signos inflamatorios y/o infecciosos.
  • Tipo IV: Prostatitis inflamatoria asintomática, en que a pesar de que la próstata está inflamada, no hay síntomas característicos, pero que en el examen microscópico se identifican células inflamatorias en el tejido.

A pesar de que la prostatitis aguda y crónica presentan los mismos síntomas, la prostatitis aguda puede convertirse en una crónica si los síntomas permanecen por más de 3 meses y, por lo general, el tratamiento suele ser un poco más complicado.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de prostatitis se realiza teniendo en cuenta los síntomas referidos por el paciente y, que normalmente están relacionados con dificultad para orinar.

Asimismo, el médico puede indicar la recolección de orina, de líquido prostático y recomendar la realización de exámenes como flujometría, tacto rectal, examen de sangre al PSA o incluso la realización de biopsia para confirmar la causa del aumento de la próstata.

Tratamiento para la prostatitis

El tratamiento de la prostatitis es indicado por el urólogo, que en la mayoría de los casos, identifica una infección y prescribe el uso de antibióticos en comprimidos o, en casos más graves, medicamentos que son aplicados directamente vía intravenosa en el hospital.

Además, el médico también puede prescribir analgésicos y antiinflamatorios para aliviar los síntomas o bloqueadores alfa como la tamsulosina, que ayuda a relajar el cuello de la vejiga y las fibras musculares donde la próstata se une a la vejiga.

En la prostatitis bacteriana crónica, el tratamiento con antibióticos se prolonga durante 3 meses aproximadamente. Sin embargo, cuando los antibióticos no ayudan a disminuir la inflamación, puede ser necesario la realización de una cirugía para remover el absceso prostático que está originando los síntomas.

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RELACIONES – SALUD – SALUD DE LA A-Z – SALUD SEXUAL

Él nos entiende: Día 4 – Hebreos 2:18 – Abr 28

#4 Es vulnerable como nosotros

Pregúntale a cualquier alcohólico en recuperación y te dirá que antes de poder cantar victoria un día a la vez, debe resistir la tentación de beber una hora a la vez. Incluso un momento a la vez.

Superar la tentación de elegir lo malo es una batalla de momentos para cualquiera de nosotros. A la hora de decidir qué hacer, con demasiada frecuencia hacemos lo que queremos, sin importar las consecuencias.

  • Sabemos que debemos amarnos, pero esa palabra tajante nos sale muy rápido.
  • Sabemos que debemos resistirnos a distraernos con los medios, pero sin pensarlo mucho ya estamos metidos consumiendo contenido que se incrusta en nuestros cerebros.
  • Sabemos que deberíamos permanecer y tratar de resolver una relación difícil, pero ante la más mínima ofensa, salimos de la habitación.

La tentación de elegir lo malo es fuerte y deseamos ser más fuertes. Pero a veces no lo logramos. Puede que te sorprenda saber que Jesús sabía todo acerca de esta situación. Vivió en la tensión de la tentación todos los días.

  • Cuando la gente mintió sobre él y lo acusó injustamente, ¿no crees que estuvo tentado a vengarse inmediatamente? Nadie lo hubiera culpado.
  • Cuando interactuaba con gente adinerada, ¿no crees que estuvo tentado a codiciar sus cosas? Ni siquiera tenía una casa o una cama en donde dormir y, a menudo, no tenía ni para comer. Eso hubiera sido agradable.
  • Cuando las mujeres que seguían su apostolado lo atendían, como cuando le lavaron los pies con sus lágrimas y los secaron con sus cabellos, ¿no crees que estuvo tentado por la lujuria?
  • Cuando su primo Juan Bautista fue decapitado, ¿no crees que estuvo tentado a dudar de que Dios supiera lo que estaba haciendo?
  • A la vuelta de cada evento que lo llevó a su muerte en la cruz, ¿no crees que Jesús fue tentado a buscar una salida? Pudo haberlo hecho fácilmente.

Pero se mantuvo firme. Si Jesús hubiera cedido a esas tentaciones, no habría sido más que otra víctima de guerra para nosotros. Él conocía lo duro de la batalla, sin embargo nunca se rindió.

Así que la pregunta ahora es, ¿crees que te has pasado de la raya, has ido demasiado lejos y ahora cada mala decisión que tomas te descalifica aún más y te aleja de esta forma de vida que Jesús creó? Piénsalo de nuevo.

Precisamente debido a que Jesús enfrentó toda la fuerza de la tentación, es que entiende la lucha a la que te enfrentas hoy. Se identifica contigo en todos los sentidos y en el mayor grado.

Y Él no te da la espalda.

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Citas Bíblicas para estudiar:

Hebreos 2:18

Amén

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MEDITACIÓN DIARIA

Entrenamiento Mental para ejercitar tu cerebro

Cuando se muestra a un deportista de élite preparando una cita importante, unos juegos olímpicos, un mundial, un campeonato nacional…, las imágenes se centran en cómo entrenan a nivel deportivo. Sin embargo, el entrenamiento mental, más oculto, se ha demostrado como tan importante como el ejercicio físico para mejorar el rendimiento deportivo.

Rafael Nadal, Messi, Carolina Marín, Fernando Alonso… todos ellos tienen algo en común: han trabajado para conseguir una mente fuerte, capaz de afrontar el éxito con los pies en la tierra y el fracaso con la misma moneda.

¿Por qué es importante el entrenamiento mental para el deportista?

La preparación de un deportista no es únicamente en el nivel físico. Cuando somos testigos del fracaso de grandes estrellas del deporte en momentos que, en otras circunstancias, no sucederían así, la pregunta obligada apela al «qué ha podido pasar».

Solo los grandes son capaces de reconocer que no estaban en la cita. O lo que es lo mismo, su mente no estaba concentrada en esta meta sino en alguna otra. De ahí la importancia del entrenamiento mental para todo tipo de deportistas (amateur o profesional).

Del mismo modo que tenemos la suerte de ver en el tenis al máximo exponente del éxito de la psicología deportiva, también contamos con el ejemplo de cómo, sin esa fuerza mental, el mejor deportista puede echar por tierra el trabajo de toda una vida.

¿Qué aporta el entrenamiento mental?

Así pues, ¿qué beneficios aporta aplicar la psicología al deporte para tener una mente entrenada? Aun cuando muchos deportistas recelan de la efectividad de hacer entrenamiento de la mente para mejorar su rendimiento deportivo, los diversos estudios y experiencias reales han demostrado que ejercitar el cerebro como entrenamiento psicológico aporta grandes beneficios a los deportistas.

Por un lado, se potencian las capacidades deportivas y personales del deportista. De este modo, si interioriza cuáles son sus puntos fuertes puede potenciarlos para intensificar su rendimiento deportivo y utilizar de forma inteligente ese esfuerzo.

Como consecuencia de ello, el deportista gana confianza en sus cualidades. Este autoestima actúa como motor para buscar nuevos límites, que, a su vez, ayudan a mejorar en aquellos ámbitos en los que se es bueno.

Al mismo tiempo, se gana en corazada de realidad para afrontar los fracasos y las dudas. Esta capacidad para resistir cuando el juego o la competición no se conduce como espera, lo que ocurre con frecuencia, moviliza los recursos naturales del deportista para improvisar o soportar que ese no va a ser tu día.

En definitiva, el entrenamiento mental consigue dotar al deportista de mayor capacidad de concentración y altas dosis de motivación.

Ejercicios de entrenamiento mental para ejercitar el cerebro

Ahora que ya conoces por qué es importante entrenar la mente, y su valor para enfrentarse a cualqueir deporte y reto en el día día, entramos en la acción, en cómo ejercitar el cerebro y fortalecer la mente.

Para ello, los psicólogos especializados en rendimiento deportivo recomiendan trabajar cuatro áreas concretas: cómo se percibe uno en el lugar que ocupa; cómo definir y ver el objetivo; aprender a afrontar el fracaso, y ganar confianza en uno mismo.

Encarar un entrenamiento o una competición deportiva sin la adecuada preparación mental puede derivar en un fracaso para el que no está preparado el deportista. A continuación, recopilamos los ejercicios que recomiendan los especilistas en psicología aplicada al deporte para ejercitar la mente a modo de entrenamiento.

Cómo mejorar la percepción espacial de uno mismo

El primer estadío que ha de cumplir el deportista es aprender a conocer en qué lugar se encuentra. Cuando se habla de ubicación se refiere a una ubicación física inmediata y la proyectada de la persona en el momento de preparación en el que se encuentra.

Para ello, se aconseja a los preparadores que sean francos en todo momentos con sus deportistas. El punto actual es siempre un nuevo punto de partida, una motivación extra para ellos.

Desde la óptica del deportista, además de obtener una radiografía instantánea de en qué punto se encuentra a nivel físico como mental, le ayuda a concentrarse en las acciones y márgenes de mejora.

Aprende a visualizar la meta

Una mayor concentración conlleva que el deportista sea capaz de ver a dónde quiere llegar y cómo conseguirlo. El primer paso para alcanzar el éxito es imaginarlo. Lo inverso es un boicot interno.

Si se dispone de esta meta final y de las diferentes metas volantes, incrementamos la motivación de la persona por conseguir aquello que se ha marcado. Y lo hace con los pies en la cebeza, sabiendo que, tarde o temprano, los obstáculos aparecerán.

Para ello, los especialistas recomiendan planificar entre entrenador o preparador físico, apoyos y el propio deportista cada uno de los hitos que siembran el éxito final.

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Cómo afrontar la adversidad

La implicación de todos los actores es vital para un adecuado entrenamiento mental del deportista. También lo es para prepararlo frente a los obstáculos.

Ningún camino es recto ni está libre de adversidades. Se trata más bien de una gincana en la que se ha de encontrar las estrategias y las acciones necesarias para superarlas.

El papel del entrenador es la llave: en todo momento, ha de buscar que el deportista sea consiciente de las piedras que se va a encontrar en el camino, y abordarlas en su justa medida y efecto sobre los planes iniciales.

Así ganarás confianza en ti mismo

Con todo este cóctel, el deportista que sea consciente de sus posibilides, siempre evitando la sobreestimación, superará cualquier rival (en competición o en forma de meta). Su cerebro está programado para concentrarse, analizar y reaccionar según sus propias herramientas disponibles, de la mejor forma posible.

Sobre esta base se sustenta el trabajo constante y la focalización en ir cada vez a por objetivos más altos.

Recuerda que el cuerpo hace aquello que la mente le ordena. Si tu mente es débil o se deja superar por la situación, tu rendimiento deportivo caerá, y con él tu ánimo y motivación.

Muchos de los que han abandonado la práctica de un deporte reconocen que pesó más esa debilidad mental que la ausencia de cualidades y aptitudes para llegar lejos en sus respectivos deportes.

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DEPORTES – EJERCICIOS – FITNESS

Meditación: ¿Qué es y cómo funciona?

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La visualización, la meditación en movimiento, la atención enfocada, la concentración en la respiración… ¿sabes con qué te ayuda cada forma de meditar?

Al meditar usamos el cerebro de una manera distinta. Por esa razón se produce la transformación. En concreto, se dan cambios en la actividad eléctrica de las neuronas, en las ondas que genera el cerebro para funcionar y que varían según nuestro estado mental:

  • Durante el sueño profundo predominan las ondas delta, que tienen la capacidad de reparar el cuerpo y la mente.
  • Durante el sueño ligero, cuando el cerebro está en su punto más álgido de relajación profunda, prevalecen las ondas theta.
  • En estado de vigilia abundan las ondas alfa.
  • En estado de mente racional predominan las beta.

Durante la meditación se produce un incremento de las ondas theta y alfa: se consigue un cerebro en calma estando en estado de vigilia.

Recientemente, la ciencia ha descubierto el papel de las ondas gamma cerebrales en relación a estados de mayor apertura de consciencia, evidenciando que ayudan a salir de los pensamientos cíclicos, incesantes, y entrar en un espacio mental donde predomina la creatividad, la aprehensión directa del conocimiento, donde además nos encontramos en paz y sentimos esa sensación de que todo está bien, la antesala de la felicidad.

¿QUÉ HACER PARA CONSEGUIR TODOS ESTOS BENEFICIOS?

Por tanto, aunque la palabra meditar sugiera un verbo, y por tanto una acción, en realidad meditar no requiere ninguna acción. Simplemente consiste en llevar la mente a otro estado.

No se trata de hacer grandes ejercicios ni grandes esfuerzos: en realidad, meditar es muy sencillo.

Cada vez que hacemos algo que amamos hacer, cada vez que “entramos en flujo” y perdemos la noción del espacio-tiempo y estamos en el puro presente, cada vez que nos centramos en expresar nuestra creatividad, en permitirnos aprender algo nuevo (saliendo de los automatismos), estamos favoreciendo este estado meditativo.

Tocar un instrumento musical, tejer, cantar, bailar, viajar, escalar, patinar, incluso ¡conducir!, pueden ser actividades que nos lleven a un estado mental más allá del racional, a una mente meditativa en la que podemos empezar a “pensar distinto”. Como cuando se tiene la sensación de que el tiempo no existe, que se está inmerso de lleno en una vivencia.

6 OBJETIVOS DE SALUD QUE PODEMOS ALCANZAR MEDIANTE LA MEDITACIÓN

SUEÑO

Meditar no solo mejora nuestro día a día, sino también nuestra noche. Los estudios muestran que las personas que meditan habitualmente tienen una mejor calidad de sueño, es más profundo. Además, este descanso más reparador repercute directamente en la mejora de los estados mentales y emocionales sobre la vigilia, generando un ciclo virtuoso de bienestar y salud.

La meditación con movimientos (taichí, yoga…) es especialmente eficaz para mejorar el sueño.

VISTA

La visualización, una técnica de meditación que consiste en evocar con la imaginación una situación agradable, activa regiones cerebrales visuales, lo que no ocurre con otros tipos de técnica.

MEMORIA

Vista aérea de los ojos cerrados mujer acostada cerca del libro en blanco abierto sobre la manta

El mindfulness es el gimnasio del cerebro. Practicarlo durante 12 minutos al día parece ser suficiente para notar mejorías en muchos aspectos físicos y mentales relacionados con la juventud del cerebro, según un estudio de la Fundación para la Investigación y prevención del alzhéimer de Tucson (EE.UU).

Se ha comprobado que la meditación con atención enfocada (habitualmente se practica concentrándose en un objeto, como mirar una vela) activa áreas del cerebro relacionadas con el control de la atención, lo que también mejora la capacidad de retener y memorizar datos.

ANSIEDAD

Concentrarse en la respiración (centrar la mente en cómo entra y sale el aire de nuestro cuerpo) ha demostrado su eficacia contra los episodios de ansiedad. Es una forma efectiva de reducir el nerviosismo, incluso en casos de estrés postraumático.

MIEDO

El cardiólogo Herbert Benson, de la Harvard Medical School (EE UU) estudió los efectos de la meditación budista y comprobó que su práctica aumenta la actividad en el lóbulo frontal izquierdo del cerebro y disminuye la de la derecha.

Las personas que utilizan más el hemisferio izquierdo tardan menos tiempo en eliminar las emociones negativas. Este desequilibrio entre la actividad de ambos hemisferios favorece la reducción del miedo y de los estados irascibles.

Detectó, además, que se producía un aumento en la liberación de dopamina, un neurotransmisor asociado a la sensación de bienestar.

DOLOR

La práctica meditativa centrada en la sensación del dolor puede ayudar a transformarlo. Se trata de familiarizarse con esta sensación para aprender gradualmente a aceptarlo.

Una técnica común de meditación contemplativa consiste en relajarse e imaginar que se respira por la zona dolorida y que se expulsa el aire por un agujero de la misma zona corporal.

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MEDITACIÓN DIARIAMENTE SANA

Jump Box o Salto de Cajón

Si estás pensando en desarrollar la fuerza y la potencia de las piernas, el salto al cajón o jump box es la actividad que estabas buscando. También, se trata de uno de los movimientos con el que más trabajamos todo el cuerpo. Además, puede realizarse en cualquier momento y en cualquier lugar porque para practicarlo solo necesitamos una superficie a la que saltar con nuestro propio peso. A continuación, te explicamos esta práctica que cada vez está siendo más utilizada por los deportistas.

¿Cómo podemos realizar un buen salto?

Cuando hablamos de dar un salto vertical, no estamos diciendo que nos sirva cualquier altura, sino que si queremos realizar un buen ejercicio de salto al cajón o jump box tenemos que alcanzar, al menos, los 50 o los 60 centímetros.

El salto vertical, con las dos piernas juntas, es un ejercicio exigente que trabaja todos los músculos del tren inferior y el core. Forma parte de los ejercicios pliométricos, los cuales desarrollan la fuerza explosiva y queman muchísimas calorías.

¿Cómo saltar?

En esta práctica deportiva necesitamos una buena técnica tanto para hacer un gran salto como para caer bien, sin hacernos daño, en el caso de no conseguir nuestro objetivo.

De este modo, debemos saltar a no mucha distancia de separación y con ambas piernas a la vez. La clave reside en saltar hacia arriba y no hacia delante. Es por eso que lo ideal es impulsarte cerca del cajón.

Una vez que te impulsas, al llegar arriba no bloquees tus rodillas. Debes aprovechar su flexión para amortiguar el salto; es decir, intenta aterrizar en una sentadilla.

Empezar poco a poco

Se trata de un ejercicio que necesita mucha práctica. Por este motivo, debemos ir aumentando la altura que queremos alcanzar poco a poco. No podemos marcarnos un objetivo de 40 centímetros, por ejemplo, el primer día. En el momento que logres cierta confianza, puedes ir proponiéndote alturas más ambiciosas.

¿Qué necesitamos para practicar este deporte?

Teniendo en cuenta la técnica de esta actividad deportiva, es obvio que cuanta mayor fuerza consigamos, especialmente en las piernas, más alto saltaremos. Por ello, si queremos aumentar la velocidad de salto, es imprescindible que nuestro cuerpo esté fuerte para impulsarnos y amortiguar la caída.

Ahora, es importante destacar que aunque lleguemos a nuestro límite de velocidad, siempre vamos a poder aumentar la fuerza. Por ello, estancarnos en este ejercicio será difícil. Asimismo, cabe destacar que lo más importante es la técnica, más allá de la velocidad.

Riesgos a la hora de practicar Jump Box

Teniendo en cuenta el esfuerzo que conlleva esta actividad, son algunos los riesgos a los que nos enfrentamos cuando la practicamos.

Más fuerza dependiendo de la altura

Para llevar a cabo este ejercicio con éxito, es preciso que saquemos toda la fuerza que tengamos. Al final dependerá de la altura con que se coloque el step. A mayor distancia del suelo, mayor será el esfuerzo y más trabajo se verá obligada a realizar la musculatura de las piernas, incrementando a su vez el riesgo. El peligro de lesión se ve aumentado al adoptar unas posiciones en el salto poco naturales que pueden crearnos algún problema.

Daño en las rodillas

Por otro lado, las articulaciones, y en concreto las rodillas, serán las que más sufran al realizar este ejercicio. Esto se debe a que van a soportar todo el peso del salto al caer sobre el step.

Para no provocar ningún daño es preciso que el impulso se haga de una forma correcta. Es importante mantener la espalda erguida, ligeramente inclinada hacia delante, intentando que en el momento del impulso las rodillas no rebasen las puntas de los pies. 

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