miércoles, abril 24, 2024

Dr. Luis Torres


EL ELECTROENCEFALOGRAMA:
¿Qué mide exactamente?

¿Qué es el Electroencefalograma?

El electroencefalograma es una técnica de evaluación fisiológica que se emplea para estudiar el funcionamiento del sistema nervioso a través del registro de la actividad eléctrica del encéfalo, concretamente de la corteza cerebral.

Para comprender el sentido de esta técnica hay que tener en cuenta que la actividad del cerebro se basa en la emisión y transmisión de impulsos electroquímicos, unas señales de actividad nerviosa que mediante las técnicas correctas pueden ser detectadas. Así, a través de un electroencefalograma es posible detectar el patrón de funcionamiento habitual de nuestro encéfalo y la activación del cerebro o partes concretas de éste ante la estimulación externa o interna.

En este técnica se usa un instrumento llamado electroencefalógrafo, el cual registra la actividad eléctrica de aquello a lo que está conectado. Este instrumento recibe la información de una serie de electrodos que se situarían en determinadas zonas de la cabeza del paciente y con los cuales se registra la actividad neuronal.

¿Qué mide?

El electroencefalograma permite medir, la actividad eléctrica del cerebro. Independientemente del objetivo del encefalograma, dicha actividad puede darse en forma de diversos tipos de ondas.

Las mediciones pueden hacerse durante la vigilia o durante el sueño, según el objetivo con el que se haga la prueba. A través de los electrodos el sistema de medición capta la emisión de ondas cerebrales y su ritmo, forma, duración y frecuencia de emisión.

Tipos de ondas

Las ondas captadas pueden ser alfa, beta, theta y delta. Cada una hará que el electroencefalógrafo dibuje uno u otro patrón de frecuencias de onda.

Las ondas alfa aparecen en momentos de relajación o ante tareas que no nos requieren concentración o esfuerzo. 

Las ondas beta suelen reflejar la realización de un esfuerzo mental intenso, apareciendo generalmente mientras estamos despiertos o bien durante el sueño REM. 

Las ondas theta se observan al igual que las alfa cuando estamos relajados, pero en este caso son más frecuentes en momentos en que además de relajados estamos somnolientos, siendo el tipo de onda más predominante durante la fase dos del sueño no REM. 

Por último, las ondas delta son las que se vinculan al sueño profundo, siendo las que tradicionalmente se han vinculado al descanso y reparación de los tejidos nerviosos.

A través del encefalograma, el Dr. Luis Torres puede medir tanto el patrón de funcionamiento general del cerebro como las diferencias entre unas zonas con otras, a través del análisis de las diferencias de voltaje entre diferentes áreas.

¿En qué consiste el Electroencefalograma?

Un electroencefalograma implica fijar alrededor de 20 electrodos al cuero cabelludo. Cada electrodo envía una señal a una máquina llamada electroencefalógrafo, que muestra la fluctuación rítmica de la actividad eléctrica del cerebro (ondas cerebrales) visualmente como una línea ondulante. De esta manera, es posible que se controle la actividad cerebral.

En un adulto normal y sano que se encuentre en estado de calma, el EEG mostrará ondas oscilantes y regulares (ondas alfa). En el sueño, las ondas se vuelven muy lentas, mientras que, si el individuo se asusta o se excita, se vuelven rápidas e irregulares.

Algunas afecciones están asociadas con patrones particulares. Por ejemplo, las áreas localizadas de daño cerebral pueden mostrar ondas delta lentas e irregulares.

Fases del uso del Encefalógrafo

En primer lugar se procede a preparar la prueba, sentando al sujeto a evaluar y fijando en él los elementos que permiten registrar la actividad cerebral. Para ello se aplica un tipo de gel capilar que permite mejorar la conducción de la electricidad y fijar con mayor precisión los electrodos, cuya colación se hace a continuación. Generalmente se colocan alrededor de una veintena de electrodos, creando un montaje que permita obtener un correcto de la actividad del sistema nervioso. 

En dicho montaje es habitual que se utilice el sistema 10/20, colocando los electrodos de una forma equidistante en que se separan entre un 10 y 20% de los ejes del encéfalo. Además el montaje puede ser bipolar, si se pretende registrar la actividad cerebral y la diferencia entre dos puntos, o monopolar si se compara un punto concreto con uno sin actividad cerebral.

Una vez colocados los electrodos, se procede a hacer la medición, registrándose en primer lugar el ritmo basal del individuo tanto con los ojos cerrados como abiertos, y a continuación provocándose una estimulación ligera en él para observar la reacción de la actividad cerebral. Algunos estímulos comunes son una ligera fotoestimulación o la hiperventilación del paciente. También puede pedirse al sujeto que haga algún tipo de actividad físico o mental.

Según se realiza la prueba se va obteniendo una serie de resultados que indican cómo actúa el sistema nervioso y cómo reacciona a la estimulación.

Los resultados obtenidos por la medición pueden ser registrados y o bien impresos o bien directamente reflejados en un monitor. Pero el registro de las ondas no tiene una significación por sí mismo, habiéndose de realizar un análisis de las implicaciones del funcionamiento basal y/o cualquier alteración detectada a lo largo del tiempo que se ha producido el registro.

Usos y aplicaciones del Electroencefalograma

Considerado todo lo anterior, hay que tener en cuenta que el uso del electroencefalograma no se hace por mero capricho. Es empleado únicamente con objetivos concretos y cuando o se sospeche de determinadas dolencias o se esté realizando una investigación.

En lo que se refiere a la investigación, el electroencefalograma se utiliza en aquellos experimentos en los que se requiere conocer la actividad cerebral en determinado estado o mientras se realizan acciones concretas. Así, sirve para poder explorar cómo funciona nuestro encéfalo y cómo reacciona ante estímulos o actividades concretas. También permite evaluar si hay grandes diferencias entre la activación de una zona concreta y otras.

Respecto a su uso en medicina, se puede utilizar para detectar si el cerebro tiene un funcionamiento normal, controlar el estado de conciencia durante una intervención quirúrgica o si hay alteraciones en el patrón de emisión de ondas. 

En este aspecto se tiende a emplear este tipo de técnica cuando se sospecha de la presencia de trastornos tales como la epilepsia (llegándose a provocar voluntariamente las crisis para registrar cómo y qué ocurre), demencias, encefalopatías, brotes típicos de algunos trastornos mentales e incluso diferenciar entre el coma y la muerte cerebral (mientras que en el primero hay actividad cerebral el segundo mostraría un electroencefalograma plano). También es muy empleado para analizar problemas y trastornos del sueño.

Contraindicaciones y efectos adversos

La aplicación de un electroencefalograma no suele producir problemas en aquellos en los que se realiza, siendo una técnica no invasiva que no presenta contraindicaciones en la mayoría de la población, ni siquiera en embarazadas.

Una de las pocas excepciones son los casos de epilepsia en los cuales podría provocar la aparición de una crisis durante la realización de la prueba, cosa que en muchos casos es buscado para poder identificar las zonas hiperactivadas. Sin embargo en casos graves habría que valorar el riesgo de provocar una nueva crisis.

¿Por qué se hace un Electroencefalograma?

La electroencefalografía se puede utilizar para comprobar daño cerebral en pacientes que hayan sufrido lesiones graves en la cabeza y puede ayudar en el diagnóstico de diversas afecciones, como tumores cerebrales, trastornos del sueño, epilepsia y varias enfermedades degenerativas del sistema nervioso. También es útil para evaluar si se ha producido una muerte cerebral.

Los datos obtenidos por los EEG son limitados en el sentido de que registran pequeñas muestras de actividad eléctrica de la superficie del cerebro y no pueden analizar la actividad más profunda, como la emoción, lo que los hace no aptos para diagnosticar enfermedades psiquiátricas.

Preparación para el Electroencefalograma

En la preparación para un EEG, deberías:

  • Evitar la cafeína durante el día: puede afectar a los resultados.
  • Lavarse la cabeza de antemano y no usar productos, como acondicionadores, gel y laca para el pelo, ya que pueden dificultar la adherencia de los electrodos al cuero cabelludo.
  • Si el médico se lo indica, es posible que deba dormir menos o evitar dormir la noche anterior para poder dormir durante el EEG.

¿Qué esperar durante la prueba?

Un electroencefalograma es no invasivo y no causa dolor ni sensaciones, por lo que debes estar relativamente cómodo durante el procedimiento. Sin embargo, este puede durar hasta una hora.

Durante ese tiempo, es posible que el Dr. Luis Torres le realice preguntas o asigne instrucciones para ver cómo responde su cerebro de diferentes maneras a diferentes estímulos. También es posible que le solicite que haga cálculos, que lea algo, que abra y cierre los ojos, que mire una luz parpadeante o cualquier otra cosa. Además, también le puede pedir que se duerma durante la prueba para analizar el cerebro en reposo.


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