lunes, septiembre 25, 2023

Dra. Olika Dávila


RINOPLASTIA:
¿De qué trata?

La rinoplastia es uno de los procedimientos quirúrgicos más demandados en cirugía plástica. Es la cirugía que modifica la forma de la nariz. Puede disminuir o aumentar su tamaño, cambiar la forma de la punta o del dorso, estrechar los orificios nasales o cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior. Puede corregir problemas congénitos, lesiones debidas a traumatismos y algunos problemas respiratorios como los producidos por la desviación del tabique nasal (septoplastia). Rinoplastia y septoplastia son dos procedimientos diferentes, pero en la mayoría de los casos se pueden realizar en el mismo acto quirúrgico. La cirugía que incluye ambos procedimientos se denomina rinoseptoplastia o rinoplastia funcional.

Objetivos de la rinoplastia

Hoy en día, la rinoplastia trata de devolver la armonía facial al paciente adaptando su nariz a la estructura ósea facial. Desde 1980 las técnicas han evolucionado mucho y en la actualidad no dejan cicatrices o apenas son perceptibles.

Consideraciones anatómicas y estéticas

La anatomía nasal es compleja, incluye una cavidad tan profunda y amplia como la boca con interconexiones con otros aparatos y sistemas. Exteriormente se puede considerar como una estructura tridimensional de forma piramidal constituida básicamente por un esqueleto óseo y otro cartilaginoso. El esqueleto óseo o bóveda ósea está constituido por los huesos propios de la nariz en la parte superior, que se encuentran articulados al hueso frontal superior, hueso nasal e inferiormente a las apófisis ascendentes del maxilar superior.

El esqueleto cartilaginoso está constituido por los cartílagos laterales nasales, dos inferiores y dos superiores. Otra estructura importante en el mantenimiento de la forma y función nasal es el séptum o tabique nasal, que está formado por una parte ósea posterior y superior (formada por los huesos vómer y etmoides) y otra parte cartilaginosa anterior e inferior.

Los conceptos de armonía facial ayudan a identificar fácilmente cuáles deben ser las características y dimensiones de una nariz estética y armonizada para cada rostro particular. Para el análisis de la nariz se deben atender tres vistas:

  • Vista de frente: Para valorar posibles desviaciones de la pirámide nasal, hay que imaginar una línea que divide el rostro en dos mitades y que debe pasar también por la raíz nasal, seguir todo el dorso nasal y dividir la punta nasal justo en dos partes iguales.
  • Vista de perfil: Permite valorar el tamaño, la forma del dorso, la rotación y la proyección de la punta nasal. El tamaño debe ser igual a la longitud de la oreja. La forma del dorso nasal puede evaluarse trazando una línea desde la raíz nasal o radix (punto más deprimido de la unión naso-frontal hasta la punta nasal). La rotación nasal puede evaluarse fundamentalmente con el ángulo naso-labial, que debe ser en hombres entre 90º a 95º y en las mujeres entre 100º a 110º. La proyección nasal se refiere a lo que sobresale la nariz de la cara. La medida ideal de la proyección nasal a nivel de la punta corresponde a 0.67 veces la longitud nasal.
  • Vista basal: Sirve para evaluar la forma de la punta nasal y la simetría de los orificios nasales. La proyección de las líneas de la base nasal debe formar un triángulo equilátero, en donde 1/3 de la longitud de la base nasal corresponde al lóbulo nasal de la punta y los 2/3 restantes a la longitud de la columela.

Tipos de rinoplastia

La rinoplastia puede realizarse a través de dos procedimientos:

  • Rinoplastia cerrada: Es la técnica más utilizada por los cirujanos plásticos y no deja cicatriz visible. Se accede a la zona desde los orificios nasales. El cirujano tiene acceso a la mayoría de las zonas problemáticas. No se realizan incisiones exteriores.
  • Rinoplastia abierta: Es una intervención más compleja para el cirujano. Se realiza una incisión en la zona media de la nariz para dejar los huesos y los cartílagos más accesibles. Se reserva para los casos más complicados.
  • Riesgos de una rinoplastia

Riesgos derivados del uso de la anestesia

  •  Reacciones a medicamentos
  •  Problemas respiratorios

Riesgos de una cirugía

  • Hemorragias
  • Infecciones

Riesgos de la rinoplastia

  • Obstrucción nasal
  • Hematomas en la zona intervenida
  • Deformidades menores que precisan una segunda intervención
  • Cambio en la sensibilidad de la piel

Cuidados tras la rinoplastia

Se trata de una cirugía que no causa dolor, tan sólo incomodidad, debido a que requiere un taponamiento nasal que se deja puesto en la intervención durante tres o cuatro días, lo que impide al paciente respirar por la nariz.

Es importante que, tras la cirugía, se sigan los siguientes consejos:

  • Aplicarse hielo unos días tras la intervención.
  • Tras la retirada del taponamiento, establecer una buena higiene nasal con lavados nasales
  • En los casos de cirugía estética se deja una férula o sistema de contención nasal para evitar que la nariz se movilice en el postoperatorio inmediato. Está férula suele retirarse pasada una semana de la cirugía.
  • En caso intervención estética, hay que protegerse del sol durante un mínimo de 3 meses para evitar que queden marcas en la piel. En estos casos también se debe evitar el uso de gafas.

Con atención de primera, la Dra. Olika Dávila le brindará los tratamientos del momento con la tecnología y las técnicas más avanzadas en su consulta.


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