Cuando Jesús vino a la Tierra, no vino por un grupo pequeño de personas. Vino a salvar al mundo entero. ¿Y adivina qué? Eso te incluye a ti y las incluye a ellas. Sí, ¡incluso a ESAS personas! Puede parecer una locura, pero Jesús vino no sólo para salvar a todos en la Tierra, sino también para ofrecerle a cada persona la oportunidad de experimentar una relación personal con Él, una relación que disfrutará plenamente y para siempre.
Haz una lista de “esas” personas en tu vida y habla con Dios sobre cómo las ama. Pregúntale también cómo puedes amarlas mejor. No importa si es tu vecino, algún conocido o algún familiar, este desafío puede hacer una gran diferencia en esta temporada navideña.
Citas Bíblicas para estudiar:
Amén
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