Todos conocemos a personas que se han apartado de la fe. La mayoría de nosotros podemos recordar una o dos temporadas en las que nosotros mismos tropezamos. No fue intencional. Algo o alguien nos hizo tropezar, y de pronto habíamos perdido el interés y nos sentíamos lejos de Dios.
Cada etapa de la vida viene pre empaquetada con obstáculos. Preocupado por sus seguidores, Jesús no se anda con rodeos. En Marcos 9, nos dice claramente que si alguna parte de nuestro cuerpo nos lleva a pecar, la cortemos, aunque entremos al reino de los cielos sin ella.
Claramente, Jesús está usando una hipérbole. Pero su punto es claro: debemos deshacernos de las cosas, los pasatiempos e incluso las personas que son piedras de tropiezo para nuestra fe.
¿Por qué tan duro?
Porque todos somos propensos a tropezar, y todos somos propensos a pensar que no lo haremos.
¿De qué tienes que deshacerte?.
Citas Bíblicas para estudiar:
Amén
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