…para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios…
Obedezca a Dios en cada pequeña situación, y disfrutará de una vida excelente. Sea diligente en su obediencia. Aprenda a vivir su vida ante Dios y no ante el humano. Váya más allá y haga todas las pequeñas cosas que Dios le dice que haga, incluso si nadie más sabe de ello. Ponga su carrito de compras en la fila donde pertenece, en lugar de dejarlo en medio del estacionamiento ¿Porqué? Porque el propietario tiene que poner un letrero que dice, «Ponga los carritos aquí», y Dios dice que nos debemos de someter a las autoridades. (Tito 3:1).
La carne dice, «Bueno, todo mundo deja sus carritos por todas partes; ¿porqué tendría que acomodar el mío?» Porque nuestro estándar no son los demás, nuestro estándar es Jesús. Cuando me comparo con los demás, no parezco tan malo. Pero si me comparo con Jesús mismo, ¡humildemente pido a Dios que me ayude!
Hasta que Jesús venga a nosotros, necesitamos compararnos nosotros mismo con Él y con el estándar de santidad que Él mantiene para nuestras vidas.
Del libro «New Dar, New You» de Joyce Meyer.
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