¿Cómo responder a la persecución?
No paguen mal por mal. No respondan con insultos cuando la gente los insulte. Por el contrario, contesten con una bendición. A esto los ha llamado Dios, y él les concederá su bendición.
1 Pedro 3:9
Un cristiano que está listo se mantendrá fuerte y crecerá en tiempos de crisis. La Biblia nos da varios ejemplos de respuestas a la persecución. La respuesta idónea depende absolutamente de la guía divina del Espíritu Santo, ya que tales respuestas pueden diferir mucho, incluso en circunstancias similares.
El Apóstol Pablo, que sufrió tanta persecución, recurrió a la huida varias veces en su obra misionera (Hechos 9:25; 9:30). En estos viajes, amigos y seguidores ayudaron a Pablo. La gente se movilizó para salvar su vida y su ministerio. Sin embargo, no trató de evitar la persecución como una práctica de estilo de vida. Pablo estaba seguro de la muerte si permanecía; y como podía asegurar su vida huyendo sin abandonar ningún principio de fe, o negar a su Señor, era su deber hacerlo. El cristianismo requiere que sacrifiquemos nuestra vida solo cuando no podemos evitarlo sin negar al Salvador o abandonar los principios de nuestra fe.
La Biblia nos da numerosos ejemplos de creyentes que se quedaron y sufrieron persecución, incluso hasta el punto de la muerte, en lugar de tratar de huir de ella.
En Lucas 6:27-37, Jesús da ocho maneras de responder a los cuatro elementos de persecución que identifica en el versículo 22. Todos ellos pueden ser descritos como amor agresivo. Los cuatro verbos de tratamiento que podemos esperar en el versículo 22 son: odio, exclusión, insulto y rechazo. Pero en los versículos 27 y 28, Jesús dice que respondemos con amor, haciendo el bien, la bendición y la oración, sin importar qué tipo de tratamiento recibamos.
Jesús también usó las ilustraciones de sal y luz. “Tú eres la sal de la tierra” y “Tú eres la luz del mundo”, dijo (Mateo 5:13-16). La sal preserva y sazona. La luz elimina la oscuridad. Cuando los cristianos huyen de un lugar, el efecto de preservación y sazón de su vida justa se va con ellos. El efecto de su luz los acompaña, dejando que la oscuridad se vuelva aun más oscura.
Cuando sufrimos, debemos responder como Cristo respondió. No devolvió el insulto por insulto. No amenazó. No pidió venganza contra aquellos que le hicieron daño. Los amaba y oraba por ellos. Se nos dice que debemos bendecir los que nos maldicen, amar a los que nos odian y orar por los que nos persiguen (Mateo 5:38-48). Si respondemos en la carne cuando sufrimos, nuestro sufrimiento puede perder su valor como testimonio de un mundo perdido.
¿Eres consciente de que podrías enfrentar persecución? ¿Sabes cómo enfrentarla? En el material aquí expuesto podrás encontrar las verdades bíblicas que te ayudarán a responder a la persecución como Cristo lo hizo.
Citas Bíblicas para estudiar:
1 Pedro 3:9-10
Lucas 6:20-38
Mateo 5:13-16
Mateo 5:38-48
Amén
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