Preséntales la paz
La vida nos puede abrumar con tareas, presiones financieras y diversas obligaciones; tanto, que por estar tan ocupados pudiera dañarse el verdadero significado de nuestra existencia. Hagamos una pausa (selah), tomemos un poco de aire y logremos una mejor perspectiva.
Dentro de ti hay alegría, risas, vida y especialmente paz. Colosenses 3:15 nos dice: «Que en el corazón de ustedes gobierne la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.»
¿Por qué no intentas hoy acercarte a las profundidades de nuestro Padre? Toma un tiempo para detenerte, considera todo lo que Dios ha hecho en tu vida y luego ¡ofrece esa vida a otros!
Suena más fácil decirlo que hacerlo, ¿cierto? Entonces, ¿por qué no tomarte un minuto ahora mismo?
Solo detente, respira, da gracias a Dios por quien Él es y luego mira hacia afuera de ti. Piensa quién en tu entorno puede necesitar un empuje, una palabra de aliento, una sonrisa, un abrazo.
¡Si se te vino alguien a la mente, no esperes! Deja de pensar en ti mismo y acércate a alguien más. Porque compartir a Jesús y compartir Su paz es sencillamente una forma de obtener la perspectiva del Padre y compartir eso con otros. Esto no es algo que debiera ocurrir ocasionalmente sino a diario.
Cada día y a donde quiera que vayas, tú llevas en ti la luz y la paz de Dios. Por eso ¡adelante, muéstrale al mundo quién es Él!
Amén
Para más información, te invitamos a visitar nuestros enlaces: