«Más tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza»
Dios te levanta
Al examinar tu vida, ¿qué situación te parece más desalentadora?
Ahora considera esto: Cuando Absalón trató de robarle el trono a su padre, David pudo haber pensado que su reinado había terminado. Pero en vez de rendirse ante sus enemigos o escuchar a todos los detractores, David se arrojó a los fuertes brazos de Dios. En su oración registrada en el Salmo 3, David reconoció al Señor como la fuente última de protección, honor y restauración.
No es sólo una linda anécdota histórica. Es una promesa. Dios quiere encontrarnos en las profundidades y llevarnos a las alturas. Confía en Él y hazlo tu escudo.
La promesa de Dios para mí
Soy tu escudo.
Soy tu gloria.
Yo soy el que mantiene en alto tu cabeza.
Mi oración a Dios
Eres un escudo para mí, Señor. Evita que piense, sin fe y de manera absurda, que mi vida o mi futuro están en peligro. Tú eres mi gloria y el que mantiene en alto mi cabeza.
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