¿Libertad de que?
Jesús pagó, por Su sangre en la cruz, el precio del rescate por nuestra libertad.
Libertad de culpa
Si nos sentimos culpables o no, todos somos culpables ante Dios por todas las veces que hemos quebrantado Sus leyes en pensamiento, palabra y hecho. Igual como cuando alguien comete un crimen hay una penalidad que pagar, de la misma manera hay una penalidad por quebrantar la ley de Dios. ‘La paga del pecado es muerte’ (Romanos 6:23).
El resultado de lo que hacemos mal es muerte espiritual: ser apartado de Dios eternamente. Todos merecemos sufrir esa penalidad. En la cruz, Jesus tomó la penalidad en nuestro lugar para que fuéramos completamente perdonados y nuestra culpa pudiera ser removida.
Libertad de adicción
Jesús dijo que «todo el que peca es esclavo al pecado» (Juan 8:34). Jesús murió para ponernos en libertad de esa esclavitud. En la cruz, el poder sobre esta adicción fue quebrada. Aunque de vez en cuando todavía podríamos caer, el poder de esta adicción es quebrado cuando Jesús nos da libertad.
Libertad del miedo
Jesús vino para que pudiéramos destruir «por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre» (Hebreos 2:14-15). Ya no debemos temer a la muerte.
La muerte no es el final para aquellos quien Jesús ha puesto en libertad. Más bien, es la puerta al cielo, donde seremos liberados hasta de la presencia del pecado. Cuando Jesús nos liberó del temor a la muerte, también nos liberó de todo otro miedo.
Citas Bíblicas para estudiar:
Romanos 6:23
Juan 8:34
Juan 8:36
Hebreos 2:14-15
Amén
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