«Espera al Señor; Esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al Señor.» Salmos 27:14

Tengo días no tan buenos, y me alistaba a escribir, dispuesta a contarles a los que me leen, por qué atraviesa hoy esta simple mortal.

Pagos de facturas, una casa con dos hijas, muchas responsabilidades en el trabajo, colegiatura por pagar, ver cómo la ropa de mis hijas les va quedando pequeña y un ligero desanimo por no tener la certeza de cómo cubrir esto y más.

Habiendo leído en la semana que mi real encomienda es buscar el reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33); porque las cosas por las que me desoriento, como cualquier ciudadano (comida, bebida y vestido) ya están cubiertas por el Señor. No solo comida y vestido, sino también si el garrafón de agua está menos de la mitad, tu tranquilo, que Dios proveerá.

Espera al Señor, dice el salmista; esfuérzate en creer sus promesas y tu corazón se alentará.

Dios me conoce y sabe que mi corazón se entristece por ciertas cosas, por eso me recuerda que la conformidad no llega tan fácil para muchos y que se hace necesario hablarle al corazón casi a modo de reprimenda:  — ¡Hermana! estese quieta y espere, que su Dios no miente. — 

Hablar o escribir de los momentos difíciles para exponerlos, no me apena, porque, así como callar el pecado envejece mis huesos (Salmos 32:3); aparentar que como creyente no tengo las mismas debilidades que cualquiera, me carcomería el alma.

La diferencia es que, también creo lo que dice Lucas 6:45, «(…) porque de lo que abunda en el corazón habla la boca.». Y a pesar de todas mis vicisitudes, estas no son las que ocupan mi corazón, sino la Gracia y la Misericordia de Dios para conmigo.

Por eso, de todas las reflexiones que escribo, alguna vendrá con mis tristezas, pero deseo que la mayoría sean para dejarte un mensaje de esperanza, de que en Jesús hay paz y plenitud de gozo, no importa cuál sea la circunstancia que estemos enfrentando.

Puedes llorar, exprésate cuando sea necesario; pero acuérdale a tu corazón quien tiene el control de tu vida.

Muy feliz día resuelto en el Señor.

Citas Bíblicas para estudiar:

Salmos 27:14
Mateo 6:33
Samos 32:3
Lucas 6:45

Amén

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Vive con Alegría

Si hay algo común para todos es que enfrentamos buenos y malos momentos. No somos ajenos a los problemas. No podemos eximirnos de ellos y que no toquen nuestra puerta. Sin embargo, hay algo que puede marcar la diferencia en medio de esos días difíciles: si puedo experimentar, en medio de los momentos duros, la alegría de saber que Dios sigue teniendo el control de todo.

Vivir con alegría no es ignorar los problemas o situaciones. Es mirar a Dios en medio de esas cosas y saber que aunque no lo podamos ver Él está obrando a nuestro favor y nos nutre de enseñanza en todo momento.

La alegría viene como resultado de una constante y profunda relación con Dios, ya que es fruto del Espíritu Santo en nosotros. Entonces, no es que andamos todo el día fingiendo una sonrisa, es que la alegría brota de nuestro interior al sabernos amados y cuidados por nuestro Padre Celestial.

La alegría es un don de Dios, es ese sentimiento intenso de satisfacción y crece cuando tenemos la perspectiva de Dios acerca de la vida. La perspectiva de Dios tiene que ver con que la vida es una constante prueba, un tiempo de preparación para la eternidad. Un fideicomiso, en el que todo lo que tenemos le pertenece a Dios y lo administramos por gracia y es una asignación temporal. Solo estamos de paso como turistas, ya que nuestro destino final es la eternidad con Dios.

Al tener clara la perspectiva de Dios con respecto a la vida, podemos dejar a un lado la innecesaria amargura que contamina nuestro corazón, ya sea por problemas no resueltos, desilusiones, fracasos, relaciones rotas, heridas del pasado y muchas cosas más.

Tal vez puedas estar preguntándote: ¿Cómo me puedo deshacer de la amargura que por tanto tiempo he albergado en mi corazón?

Con seguridad puedo decirte que no es nada fácil, es un proceso que comienza a través de la confianza en Dios y de soltar el volante del vehículo de nuestra vida para que Dios esté al mando y dirija todos nuestros pasos.

Decide hoy comenzar o profundizar una relación personal con Dios. Conócelo íntimamente y verás como, progresivamente, esa alegría comenzará a brotar desde tu corazón de forma natural. De esa manera podrás disfrutar muchísimo más este ratito que tenemos aquí en la tierra llamado “vida”.

Citas Bíblicas para estudiar:

Proverbios 15:15
Filipenses 4:4

Amén

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¡Ejercitémonos en las buenas obras!

¡Es hora de actuar! 

Un matrimonio saludable debe anhelar tener una relación íntima con Dios todo el tiempo y ese mismo anhelo, nos lleva a pensar y actuar de forma distinta, nos lleva a ejercitarnos en la fe y a buscar la presencia de Dios en nuestro hogar, en nuestra relación.

Cuando la presencia de Dios habita en nuestro hogar y en nuestras vidas, empezamos a verle en cada detalle a nuestro alrededor, Él llena y rebosa nuestras copas de fe ya que ponemos nuestra confianza en “Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Efesios 3:20)

Cuando este momento acaece en nuestras vidas, experimentamos la necesidad de compartir de la palabra de Dios, de proclamar Las Buenas Nuevas, de compartir nuestro testimonio, de contar cada milagro vivido en nuestras vidas porque nuestro corazón está lleno de gozo y de fe; esto es actuar, es dar fruto: 

“Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” (Santiago 2:26)

Oración:

Señor Todo Poderoso, hoy ponemos nuestro matrimonio en tus manos, guíanos para que nuestros pasos sean por el camino que Tú quieres para nosotros, enséñanos cómo quieres que logremos tu propósito como pareja y cuáles son las obras que has preparado para que andemos en ellas. ¡Recibe Señor todo el poder, la gloria y la honra!.

¡Que el Espíritu Santo los acompañe siempre!

Citas Bíblicas para estudiar:

Mateo 5:14-15
Santiago 2:26
Tito 3:14
Efesios 2:8-10
Mateo 10:8
Efesios 3:20

Amén

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Contribuye a compartir las buenas noticias

Evangelizar cada día se nos puede hacer más difícil porque los tiempos han ido cambiando. Tal vez no vives cerca de muchos que estén dispuestos a ser creyentes, o son creyentes pero no comprometidos y no quieren salir de su zona de confort.

Sin embargo, no se los estamos imponiendo, simplemente les estamos informando, porque si no, no se enterarían de nuestra esperanza. Es un compromiso que nosotros nos hacemos, escogemos cuando sabemos del gran amor que Dios tiene por todos nosotros.

«Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.» Romanos 10:17

Tenemos el deber de evangelizar

Si no les hablamos de Dios y de Jesús, no van a tener fe. Si no entienden lo maravilloso que es nuestro Dios y que envió a Su Hijo unigénito a ser el sacrificio por todos, incluyendo a quienes les hables, no van a ser salvos. Dios nos quiere salvos a todos. Es la verdad.

La única razón por la que nuestro Rey de Reyes no ha hecho Su segunda venida es porque quiere que haya más personas salvas.

Cuando ves a alguien que se está ahogando y tienes un salvavidas, se lo lanzas para que se salve. De la misma manera tenemos que ver a todos los que están perdidos en el mundo y conversarles para que tomen ese salvavidas.

Se les puede hacer difícil entenderlo la primera vez. Pero pide al Espíritu Santo que le ayude a entender y ora por esa persona a diario hasta que sepas que decidió invitar a Jesús a su corazón. Poco a poco y con gran paciencia, será posible.

Citas Bíblicas para estudiar:

Romanos 10:17

Amén

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Sé ese tipo de amigo

“Por tanto, no tengan miedo, pues yo soy su Dios y estoy con ustedes. Mi mano victoriosa les dará fuerza y ayuda; mi mano victoriosa siempre les dará su apoyo” Isaías‬ ‭41:10‬.

A veces el temor puede paralizarte y quizá robarte también tu luz, paz y alegría. Es por eso que debemos rodearnos de nuestra familia en la fe.

¿Recuerdas la historia del hombre que estaba paralitico? Él no podía moverse para ir con Jesús y ser sanado. Además, en el lugar donde se encontraba Jesús, había mucha gente, así que tampoco hubiese podido llegar a Él. Pero dice la Biblia que él tenía unos amigos que debieron amarlo, así que lo llevaron, nada los detuvo para poder llevar a su amigo frente a Jesús. Imagina, lo metieron por el techo. ¿Tienes amigos que harían eso por ti? O ¿tú eres ese amigo?.

Jesús lo sano al ver la fe de sus amigos y le dijo: «Levántate toma tu lecho y vete a tu casa».

Es tiempo de levantarte, de dejar cualquier temor y acercarte a las personas. Puedes ser ese amigo que ellas necesitan para ser sanadas. Tu puedes recibir también esa ayuda al levantarte por otros.

Dice el pasaje que los que estaban ahí quedaron admirados. Si otros ven el amor entre la familia de Dios, imagina cuantas personas necesitan ser levantadas para recibir el amor de Dios o cuántas personas le conocerán a través de nuestro amor por el prójimo.

¡Vamos a ser esos amigos que otros necesitan!, Que el mundo conozca a Jesús por tu manera de hablar, de dar o de amar. Vamos a transformar al mundo.

¡No temas Dios está contigo!

Pensando en…

Heme aquí Padre, dispuesto estoy a hacer Tu voluntad, obedecer Tu Palabra y Tus mandatos de amor. Heme aquí Padre, todo Tuyo soy. Quiero conocer Tu verdad para recibir Tu bendición y a otros bendecir. Heme aquí Padre, con Tu ayuda yo podré obedecer y con mi vida transformada, sirviéndote estaré.

Padre, con todas mi debilidades, mis tristezas y temores, solo Contigo la victoria obtendré.

Oración

Padre Tú prometes estar conmigo siempre, me prometes Tu ayuda y Tu apoyo. Tú me das la victoria ante cualquier circunstancia. No temeré, en Ti confío, ayúdame a decir adiós temor. En el nombre de Jesús, ¡Amén!.

Citas Bíblicas para estudiar:

Isaías 41:10
Marcos 2:3-9
Salmos 118:6
Romanos 8:31

Amén

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