En los últimos años la importancia de los cereales en una dieta sana y equilibrada ha devuelto a las mesas granos que habían quedado inexplicablemente relegados al consumo animal, como ocurría con la avena. Este es uno de los cereales más antiguos.
Rico en proteínas, fibra, minerales, vitaminas e hidratos de carbono complejos, ayuda a mantener equilibrado el nivel de azúcar en sangre, lo que contribuye a prevenir la diabetes.
LOS 6 BENEFICIOS DE LA AVENA
- Doble fibra. La avena es el único grano con fibras solubles e insolubles a la vez. Gracias a la fibra insoluble, facilita el tránsito intestinal y reduce el estreñimiento. Por su parte, la acción de la soluble (los betaglucanos) interviene en la reducción del colesterol malo (LDL), según han probado varios estudios en los últimos años. Por este motivo es recomendable introducir la avena en la alimentación, porque protege frente a las dolencias cardiovasculares.
- Fuente de minerales. Es un grano rico en sílice, que refuerza los tejidos del organismo y la memoria. Y por su alto contenido en fósforo, es ideal para alimentar especialmente al cerebro.
- Las vitaminas del grupo B predominan en la avena. Estas son esenciales para que el cuerpo aproveche la energía de los alimentos. También actúan como protectoras de las arterias.
- Se encuentra en forma de bebida, harina y en copos (a continuación te mostramos ideas para combinarlos con ingredientes saludables).
- Puedes tomarla en grano, hervida, aunque su cocción es más larga. En forma de salvado, la avena es aún más rica en fibra que en copos. Añade una cucharadita a tus desayunos.
- Ayuda a bajar el colesterol.
De acuerdo con un estudio realizado por la Fundación Española de la Nutrición, la avena como cereal, ofrece diferentes posibilidades de preparación, los cuales pueden ser modificados fácilmente agregando o cambiando diferentes ingredientes.
La avena es un alimento muy versátil, puede ser consumida de forma cocida, horneada, en tortitas, barritas, cruda o en batidos.
Avena con canela, uvas y manzana
Uva: Gran desintoxicante, su contenido en cobre y en manganeso contribuye a reforzar los huesos, previniendo la osteoporosis. Manzana: Es vitamínica, calma la acidez y protege el corazón. Canela: Promueve la actividad cerebral y alivia el dolor articular.
Avena con compota de fruta, avellana y chocolate
Chocolate negro: Es rico en triptófano, sustancia que favorece la secreción de serotonina, que regula el (buen) estado de ánimo. Compota: Aporta vitaminas y ayuda al tránsito intestinal. Avellana: Su consumo reduce la ansiedad y protege la memoria.
Avena con kéfir, plátano, kiwi y naranja
Kéfir: Esta bebida fermentada y cremosa es un excelente probiótico que facilita la digestión, y además refuerza el sistema inmune. Plátano: Protege el estómago de la aparición de úlceras y, por su contenido en potasio, regula el buen funcionamiento de los riñones. Naranja: Rica en bioflavonoides, unos nutrientes reconocidos por sus propiedades anticancerígenas, también mejora la circulación. Kiwi: Buena fuente de vitamina C, posee unos nutrientes (luteína y zeaxantina) que protegen los ojos de las cataratas y de la DMAE.
Avena con yogur, frambuesas y arándanos rojos y negros
Yogur desnatado: Es una fuente de calcio para tus huesos y estimula el sistema inmunitario gracias a su efecto probiótico. Frambuesas: Por sus antioxidantes, retrasan el envejecimiento. Arándanos: Su vitamina A protege pelo, uñas, huesos y vista.
Avena con semillas de chía, dátiles y mango
Dátiles: Son ricos en fibra, que ayuda al tránsito intestinal y a la sensación de saciedad. Y su potasio estimula la actividad cerebral. Chía: Esta semilla es fuente de proteínas, calcio, omega 3… Mango: Antioxidante, ayuda a compensar la presión sanguínea.
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